Me estoy metiendo una cucharada de cereales con miel en la boca cuando Abril me da un codazo en las costillas. Giro la cabeza en su dirección, aún con la cuchara en la boca y los ojos adormilados.
—Mmm…Mmm —Intento hablar con la cuchara en la boca, pero es tarea imposible. Dejo el cubierto en el plato—. ¿Qué?
—Alguien intentó entrar ayer en mi habitación.
—¿Quién?
—Si lo supiera no estaría acojonada.
Pestañea rápidamente y se mete una cucharada de yogurt en la boca.
—Seguramente era alguno de estos intentando molestarte un rato —respondo despreocupada.
—Puede ser, pero, ¿y si es como en la película de La Purga?
La paro con un gesto de la mano antes de que siga divagando.
—En Barcelona todavía no se ha aprobado la ley de la noche donde cualquier crimen es legal, Abril.
Hace una mueca, claramente discrepando.
—No sé, pero alguien…
La interrumpo:
—O eran estos queriendo molestarte, o posiblemente fui yo.
—¿Tú?
—No podía dormirme y salí a dar una vuelta. Me debí de chocar con tu puerta o algo. —Evito contarle la conversación entre Robin y ese tal Charles. No la entiendo ni yo y, además, como se entere Robin me mata.
—¿Hoy a dónde vamos, Rob? —Pregunta Alberto.
Robin, que estaba cortando una tostada, se queda quieto con el cuchillo en el aire, a medio camino de la tostada. Levanta la mira con su sonrisa característica, pero esta vez con un deje peligros.
—No me llames Rob. Ese es nombre de stripper, y no —levanta la palma de la mano y la estampa contra la frente de Alberto, que está sentado a su lado —, nunca he sido stripper.
Todos nos reímos, y yo intento no escupir de nuevo a Robin sin querer.
—¿Pero a dónde vamos?
—A la Boquería. Algo relajado para empezar. Está aquí al lado
La Boquería resulta ser un mercado como el de San Miguel en Madrid solo que con cincuenta mil puestos de fruta y batidos naturales. Me estoy tomando uno de mango y caminando entre los puestos, sintiéndome en cualquiera de estas películas que van con música de Paco de Lucía de fondo y creyéndome la reina del mambo.
En el mercado estamos solo el grupo de Robin y el de Lucía, con lo que por lo menos no estamos aquí todo el instituto. Abril y yo nos paramos en un puesto de huevos de todos los tamaños y pintados de colores cuando Lucía y Robin nos hacen señas para salir a la parte más despejada del mercado.
—Ahora os vamos a contar un poco de historia de este precioso mercado —empieza Lucía—. Este mercado fue inaugurado en 1840 y antiguamente se hacía fuera de las murallas de la ciudad para, así, ahorrarse el impuesto de entrada de mercancías. Antes de convertirse en un mercado, aquí se erigía el convento de San José, pero a medida que la Rambla iba tomando importancia como calle urbana durante el siglo XVIII todos estos comerciantes tuvieron que retirarse hacia el interior a vender, junto al huerto del convento. Debido al incendio del convento, todos los puestos se trasladaron a la plaza de columnas que se construyó sobre las ruinas de dicho convento, convirtiendo la plaza en lugar definitivo para comerciar.
ESTÁS LEYENDO
Ever Dream [PARADA TEMPORALMENTE]
Romansa"Cuando hablan amantes, el amor entiende. Lo que digo es que mi pecho se une al tuyo de tal modo que entre ambos hacen uno. Si dos corazones se juran amor, después ya no queda más que un corazón." - William Shakespeare, El sueño de una noche de ver...