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Ya habían pasado 7 años desde el día en que la promesa de aquellos dos pequeños infantes fue hecha.

–Eliza levantate que vas a llegar tarde– sonó una voz en la habitación de Eliza, sin embargo no era uno de sus padres.

Abrió los ojos lentamente mientras se levantaba; se sentó en la cama y luego se frotó los ojos.

–¿que hora es?– pregunto aun adormilada

–enserio quieres saber fea durmiente–

Eliza se giro lentamente para luego observar el rostro de Cristopher con una hermosa sonrisa burlona

–Cris– dijo con una sonrisa –¿¡que haces en mi cuarto en la mañana!?– grito para luego golpearlo con un cojín

–tranquila loca– dijo riendose –hoy es sabado–

–entonces a que vienes–

–a visitar a mi mejor amiga– dijo Cristopher con una hermosa sonrisa– bueno arreglate loca te voy a llevar a comer–

–que quieres Cris– dijo Eliza riendose un poco

–bueno, bueno ya nunca mas te voy a invitar a comer– respondió el chico levantando las manos soltando una pequeña risa

–Cris sal de mi cuarto–

–0k te espero afuera ¿si?–

–bien–

Cristopher salio de la habitación y Eliza entro al baño a darse una ducha. Cuando estuvo lista salio de su habitación.

–vamonos– Cristopher mostraba su hermosa sonrisa

–y adonde iremos– pregunto Eliza mientras levantaba una ceja

–muy pronto lo descubrirás–

Ambos jóvenes se fueron a un restaurante a desayunar

–aqui era solamente donde me traerias–

–Hum te molesta– le cuestiono Cristopher ante aquel comentario

–ah no no, nada de eso– le respondió Eliza apenada –es solo que fuiste muy misterioso–

–me gusta el suspenso– dio un suspiro un poco preocupado

–¿que pasa?– pregunto Eliza – hay algo que debas decirme–

casualidades de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora