El mundo, según Ward, estaba lleno de maldad. Lamentablemente, era la ley del más fuerte: en todas partes se veían robos, violaciones, secuestros y muertes que hacían que el planeta no dejara de sufrir. Alrededor del tres por ciento de la población gozaba de una calidad de vida en la que no se tenían que preocupar de los conflictos del mundo.
Ward era un hombre alto, tenía alrededor de treinta años y gozaba de un excelente estado de salud. Sin embargo, era su inteligencia la cualidad que más destacaba, incluso más que su orgullo. Estas características hacían que Ward tenga una meta de vida: quería dominar el mundo. Si lograba esta meta, se podría extinguir a todas las personas que le causaban mal a este mundo y, de esta manera, poner fin a lo que el llamaba maldad. Los seres malvados serían reemplazados por personas con un coeficiente intelectual más alto, y programados para seguir con ciertas normas que asegurara la paz en el mundo. ¿Lograría Ward su cometido?
Ward propuso la idea al mundo pero la gente no estaba de acuerdo, a si que el estaba solo en su proyecto, pero cuando el paseaba por el parque, un hombre de negro se acerco para hablarle, pero de repente le llega un disparo a la cabeza. Ward asustado por lo ocurrido sale corriendo, pero se da cuenta de que el hombre tenia una carta que era para el, diciendo que si no se redactaba de lo que dijo al mundo, terminaría como el hombre de negro.
Ward se olvido completa mente de su misión , haciendo que tenga una nueva meta.