Por un día lluvioso te recuerdo, donde debajo de un paraguas amarillo nos cubrimos, pláticas, caminatas y sonrisas tuvimos.
Tomando el calor de nuestros capuccinos y de bajó de un paraguas amarillo seguimos...
Pensé, oh hermoso día lluvioso, que me otorgaste mis primeros y honestos sonrojos,
una mirada fija y anhelos.
Por qué por un día lluvioso te recuerdo y mis sentimientos florecieron.
Por un día lluvioso te recuerdo y llore por esos imaginarios anhelos que me hice.
Y por un día lluvioso te recuerdo, cuando desapareciste en el sonido de las hojas mojadas, con la lluvia que atestiguaba mis lágrimas.
Por qué por un día lluvioso recuerdo tu partida y sin mirar atrás seguías... por un día lluvioso.
