Capítulo Vigésimo quinto

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El ojiverde pasó toda la noche en vela,  no había podido pegar ojo a causa de su indecisión pues William había vuelto a pedirle que fuesen novios.

Harry no sabía que hacer, por un lado estaba todo lo que había vivido con el pelirrojo anteriormente y todo lo mal que lo había pasado después, por otro estaba lo mucho que seguía gustándole a pesar de todo, era un sin sentido en si mismo.

—Mamá, ¿tú crees que si vuelvo a aceptar salir con William estaré cometiendo un terrible error?—le preguntó a ésta, mientras daba una vuelta más a su mareado desayuno.

Anne suspiró y luego esbozó una leve sonrisa.

—¿Así qué es eso lo que te tiene así?.

El ojiverde asintió haciendo una mueca de resignación.

—Me gusta, me gusta mucho pero también me da miedo.

—¿Tienes miedo a que te rompa el corazón de nuevo?.

—Si, me aterra pensar que pueda ser tan retorcido y que todo este tiempo haya estado engañándome. Sé que tiene mucho éxito no solo por su apariencia sino por su personalidad que como un huracán te embiste y que te atrapa, mareandote a su antojo sin que te des cuenta.

—¿Entonces no estás seguro de que esté siendo sincero contigo al cien por cien?—preguntó la mujer dando otro sorbo a su café.

Harry negó con la cabeza.

—Sé lo que hace y dice cuando está conmigo pero no sé lo que hace o dice cuando yo no estoy delante, ¿Crees que estoy siendo paranoico?.

Anne negó.

—Cuando conocí a tu padre también me deslumbró —sonrió Anne— era increíblemente atractivo y popular. Yo me sentí importante cuando se fijó en mí y me pidió salir. Durante dos meses fui la chica más feliz del mundo pero entonces descubrí que salía con mi mejor amiga también. Finalmente tras un año de insistir en que ya no volvería a engañarme y que me amaba, lo acepté de nuevo. Salimos y nos casamos, fuimos felices durante quince años en los que os tuvimos a vosotros. No me arrepiento de haberlo hecho porque gracias a darle otra oportunidad me dio dos hermosos regalos pero ya ves, me volvió a engañar con su secretaria, veinte años más joven. Con esto no quiero coaccionarte ni decirte lo que debes hacer pero las personas manipuladoras y falsas, a veces aparentan cambiar pero solo es un espejismo y tarde o temprano vuelven a lo mismo.

—¿Crees qué William es así, mamá?—preguntó Harry dudoso.

—Conozco a Lottie, conozco a Louis y conozco a William y a pesar de ser hermanos y de parecerse tanto físicamente, me producen sensaciones diferentes.

—¿Crees qué si le pregunto a ellos, podré aclararme?.

Anne se encogió de hombros y sonrió.

—Voy ha hacerlo—dijo finalmente Harry decidido—les preguntaré y quizás así logre al fin aclararme sobre este asunto.

—Voy ha hacerlo—dijo finalmente Harry decidido—les preguntaré y quizás así logre al fin aclararme sobre este asunto

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23. Un novio de mentira. L.S (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora