La trampa

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Llevaban 2 horas jugando. Louis estaba realmente molesto ya que su hermano mayor y sus amigos habían invadido su espacio de confort. Realmente no era la primera vez que ellos llegaban e invadían los muebles, su nevera y sobre todo le quitaran la televisión y su consola para jugar.

Aunque no todo es malo como parece, Louis se sentía atraído sexualmente desde hacía meses por uno de los amigos de su hermano, esto le pareció normal porque él se había declarado abiertamente homosexual dos años atrás.
Para su buena suerte, ese chico estaba ahí, y desde que lo conoció se lanzaban miradas traviesas, pero nada pasaba fuera de bromas o pequeñas insinuaciones donde terminaban riendo o incluso insultándose.

Pero en esos momentos se sentía  frustrado y cansado de la situación.

—Entonces, ¿Ya casi se van? —mira a los chicos que se encontraban embobados jugando, por lo que lo ignoraron—...dije que si ya se iban —

levanta el tono de voz, nota que aún así todos siguen ahí mirando la pantalla, todos excepto el rizado que lo contemplaba desde el otro extremo con una cerveza en la mano, éste sonríe ya que se da cuenta que aún así lo ignoraron.

—Oh vamos Louis, no me digas que ya te cansaste de nosotros— el muchacho con un falso puchero se levanta y se sienta al lado de él sin dejar de mirarlo, éste se sonroja ya que no le gustaba cuando el rizado le mantenía por mucho tiempo la mirada encima, no soportaba esos ojos aceitunados e inmensos, cargados de algo que Louis podría jurar era pura diversión, o eso pensó.

—Pues sí, me cansé, tengo cosas que hacer y ustedes no me dejan hacerlas—admitió frustrado y con un gesto amargo, provocando otro destello fugaz en la mirada de aquel chico.

—Lo siento, no quería interrumpir en tus momentos donde te masturbas y miras tus patéticos libros de historia— una sonrisa con picardía adornaban su rostro, reluciendo sus hoyuelos. Mierda.

—Y-yo no me masturbo, eres un imbécil—Se levanta de un movimiento rápido, porque es suficiente, no dejará que alguien lo haga titubear y decide salir de la habitación.

Hijo de puta. ¿Cómo se atreve? Después de todo sólo es asunto de Louis el porno, ¿O no?

Lo que no había pensado era que eso es justo lo que Harry quería, aprovechó mientras nadie se daba cuenta y se escabulló del lugar, siguiendo a Louis.

—¡Hey! ¿A dónde crees que vas? —tropezaba pero sus largas piernas le permitieron que de tres zancadas alcanzara a Louis. Lo que le faltaba, mierda y más mierda.

El mayor echa una mirada rápida y de soslayo, rueda los ojos tras ver que Harry no se cansaba de molestarlo e iba por más. Detiene su andar y gira sobre sus pies cruzándose de brazos haciendo que el chico casi choque con él, deteniéndolo muy cerca suyo.

El estar cerca suyo le molestaba aún más que incomodarlo, ya que mirar muy hacia arriba para poder detallar el rostro de  Harry era difícil, éste es más alto por unos 15 cm, ¿Qué clase de adolescente es éste, o es que él era demasiado bajo? Decide que probablemente el rizado es un fenómeno.

—¿Qué quieres?—

—¿Por qué te vas? La diversión apenas empieza —le sonríe mirándolo de arriba a abajo, lo que Louis notó e inmediatamente el enojo que emergía de su ser fue reemplazado por incomodidad, dándole un aura inestable. 

¿Diversión? —ríe sarcástico—Solo están ahí emborrachándose y perdiendo el tiempo—sí, así es como debe sentirse, ahora emerge  un Louis más confiado.

—Yo no sólo estoy haciendo eso— se miraba confundido, porque Louis podría jurar cómo esa piel brillante y reluciente sin imperfecciones se arrugaba hacia un gesto de duda. Mientras él sólo miraba a aquel chico de incrédula y se cruzaba de brazos acomodándose mejor, su  confianza consigo mismo aumentaba a mil por hora para poder afrontarlo
— ¿Ah no?, ¿Entonces qué haces?—

—También te he estado mirando ahí todo el rato —se acerca más él, se relame los labios sin apartarle la mirada—...imaginándome muchas cosas que podría hacerte en ese sofá que estabas, Louis.

—¿Q-qué?—sus ojos estaban tan abiertos que probablemente no orbitaban más de forma normal.

Lo único que se permite hacer es dar un paso hacia atrás por lo cerca que estaba de lo que él prefería llamar "hijo del diablo", porque de verdad, comenzó a sentir que todo a su alrededor se movía, pensó que tal vez el ebrio era él y no Harry, ya que no podía creer que le estuviera diciendo eso.

•••

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