La decisión de un ángel - Denny.

CAPÍTULO FINAL.

Las notas de autora siempre van al final, pero esta vez decidí escribirlas al comienzo para explicar que este es el final de este fanfic.

Oficialmente llegamos al final de esta historia, de hecho este final fue lo segundo que me imagine después del comienzo de esta historia. Asi que no lo pienso modificar ni escribir una segunda temporada, pero creo que escribiré un epilogo más adelante, por el momento tengo otras historias que necesitan mi atención.

Gracias por leer y llegar hasta con sus votos y comentarios!!!

AnithaSakura *:3

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Un mes había pasado desde esa confesión y todos parecían tomarlo bien. Incluso Jodie, quien los llamó para un caso, les agrado conocer a las parejas de los hermanos Winchester.

Todo parecía estar en armonía, o eso parecía hasta que esa noche. El Winchester menor se encontraba en la sala ordenando en su notebook la biblioteca del búnker.

—Hola Sam— saludó el castaño apareciendo de repente enfrente de él.

—Hola Gabriel— respondió con una sonrisa, presintiendo que algo tramaba.

No intento adivinar pues Dean apareció desde el pasillo furioso con nada más que una toalla en la cintura y un ceño fruncido.

—¿Que ocurrió esta vez?— consultó Sam sonriente. Gabriel, aun en frente, intentaba inútilmente aguantar la risa.

—¡Gabriel arregla ya esto!— gritó atrayendo la atención de Benny que venía con unas pizzas y cervezas.

—¿Que ocurrió ahora?— preguntó el vampiro dejando la comida en la mesa.

—No sé— le respondió el Winchester menor riendo.

Gabriel se acercó y tomando por sorpresa al rubio, tiró de la punta de la toalla despegándose de su piel, haciendo que Dean maldijera.

—¡Maldito ángel te clavare la maldita espada!— le gritó persiguiendo al arcángel que corría por el bunker a carcajadas.

—Soy un arcángel— le gritó sin detenerse.

Gabriel había aprovechado que su cuñado se estaba bañando para colocar pegamento en la orilla de la toalla, que inmediatamente se pegaría a la piel de la cintura del rubio. Sam y Benny rieron al verlos correr por el lugar.

—Ya Dean ve a cambiarte—ordenó el rubio mostrándole una tarta que había comprado.

—¡Protégela de ese maldito emplumado!—gritó el rubio para ir a su habitación.

—JAJAJAJA hacia mucho no me divertía tanto—exclamó Gabriel sentándose al lado de Sam, quien también sonreía.

Los cuatro terminaron de cenar y mientras Sam, Benny y Gabriel debatían en quién era más poderoso, si un licántropo o una bruja. Dean comía la tarde que su novio le había traído con una sonrisa.

—Ya esta, la respuesta es un cazador— dijo el rubio.

—¡Buuu!— gritaron los tres con una sonrisa. El Winchester mayor se levantó para guardar el resto de tarta, cuando justo al momento escucho ese característico aleteo, sus ojos se dirigieron al frente donde estaba parado nada menos que Castiel.

Sam y Gabriel se levantaron sorprendidos, mientras que Benny solo observaba con tristeza e impotencia a Dean. Este sería el punto en que tendría que decir adiós a lo que pudo ser, lo más seguro es que el rubio lo deje para regresar con el ángel que seguía mirando a los hermanos Winchester

—Hola Sam, Dean— dijo el pelinegro, aun que sus ojos azules solo observaban a Dean.