Demasiado encantador...°Ereri°

♥Ese dulce y doloroso placer.♥

Levi.-

¿Como fue que termine de este modo?, ¿como termine enredado con este mocoso?, ¿como es que le permití llegar a este punto?. Si los demas vieran, si tan solo supieran... que el soldado mas fuerte de la humanidad, esta siendo manoseado por un mocoso como este, ¿que pensarían?, ¿me odiarían?. "No quiero esto, no quiero nada de esto, no quiero esto..." ¿porque no se lo puedo decir?. Joder...

Un castaño arrinconaba a un pequeño pelinegro, con aquellas manos lo abrasaba por la cintura atrayéndolo hacia el mas alto. Devoraba su boca, daba mordidas, con su lengua delineaba los labios del mayor. En ese pequeño callejón, es ese sucio lugar, donde nadie lo vería... a escondidas de todos, como dos amantes.

Ese castaño no era el habitual, sus ojos eran fiolosos y en un tono amarillento. Y levi sabia bien que pasaria... queria saciar sus instintos de bestia.

-Mas... aun quiero mas...-la voz del joven castaño resonaba en los oídos del pelinegro.

-Ngh... basta, este lugar esta asqueroso...-trataba de separarse de el.

-No! Heichou... aquí, ahora.-De nuevo esa voz áspera pero dulce resonaba en los oídos del mayor, su aliento chocaba con el cuello de este.- Quiero ensuiciarle...-esta vez, su voz sonaba coqueta. Tratando de seducir a su mayor.

-Ah... maldito mocoso... su-suelta...-

-Dices eso, pero esta parte de ti, parece quererla tanto...-su mano acariciaba, por encima de la tela, la entrepierna del mayor.

-Ngh-.. A-ah...-los jadeos empezaban a resonar en aquel pequeño callejón. Donde dos amantes deseaban devorarse entre si.- Ba-... basta Eren!

-Si, anda... gime mi nombre, gime para mi.-Eren apretó el miembro del comandante.

-N..no! nghh.. ¡Ahh! Eren.. no, n-no pa-para... agh.. Eren..-Esos dulces jadeos salían de la cavidad vocal del ojigris.-

-Que delicia...-El castaño por su parte, tenia una vista perfecta, se relamia los labios. Mientras continuaba masajeando y apretando aquel bulto.- Levi... Heichou~ Gima mas mi nombre... ande...-decia mientras continuaba masturbandolo, por encima de las telas.

-Maldito mocoso idiota! agh.. ngh... ahh.. ha..-Jadeos mas gemidos salia de su boca, pidiendo aun mas.

-Heichou... gime mi nombre...- daba mordidas es su cuello, y dejaba marca de ello. Aumentaba la velocidad mientras continuaba masajeando aquel delicioso bulto.

-Ah! ah... Eren.. ngh, por favor.. Eren... -Sus jadeos y gemidos aumentaron. Sus piernas empezaban a temblar, y se recargo en el bien formado pecho del menor.

-Nee, que lindo... gimiendo mi nombre...- devoro sus labios.- continúe... pidame más... -mordio el cuello del pelinegro, bien sabia que era muy en esa parte.

-Erenn! ah.. ngh.. por favor par-...

Antes de poder articular alguna palabra, el castaño metió su mano al interior del pantalón del pelinegro. Y continuaba con su trabajo, lo movía de arriba hacia abajo en movimientos jodidamente excitantes

-Dios! Eren...ah...-trataba de componer la compostura, pero... realmente era el primero en perderla.

-Si, Heichou?.-continuo masturbando a su adorable superior, y como el deseo se apodero de su cuerpo, quito y desabrocho la camiseta del mayor para depositar en su dulce pecho marcas que demostraban a quien pertenecía.

-Ngh... eres un idiota...-no podría aguantar mas, necesitaba aun mas.

-Admita que desea mas... pideme mas... anda, o te dejare aqui solo y con ganas de querer esto...-puso la pequeña mano del pelinegro sobre su, bien desarrollado, miembro. Una sonrisa ladina se formaba en sus labios

-Ah!-se sorprendió al sentir aquel bulto.- maldito idiota...-ya no lo soporoto. Ahora este fue quien lo beso. Mordia sus labios, y con su lengua recorría cada parte de la boca del apuesto castaño.

¿Donde esta mi auto control?

-Heichou...-deposito besos en el cuello del mencionado, saco su mano del pantalón de este, y las llevo al jugoso trasero de su amado capitán. Apretó sus nalgas, y las acariciaba con deseo.

-N...ngh.. -Por su parte, Levi continuaba dando suaves caricias en el bulto que provenía de los pantalones del contrario.

-Ah, Heichou... mm... -sus caderas se empezaron a mover, frotando todo su hombría contra la del capitán.

-Eren... ¡n-no aquí... n-no!.-entre jadeos trataba de calmar su respiración.-

-Levi.. -susurro, para después levantar las piernas del mayor. Haciendo que sus caderas se levantaran, y recargándolo sobre la pared. Saco su hombria y empezó a acercarla a la entrada del pelinegro.

-¡Hijo de puta!.-jadeo al sentir aquello.- no... no aquí no, joder, espera... ¡Eren-n... -queria mas, Eren sabia perfectamente como volver loco a su capitán. Cerro sus ojos, y en un acto casi desesperado enredo las piernas en las caderas del castaño, mientras que este acariciaba sus piernas hasta llegar a su trasero, y poder manoseralo.

-Mm.. Levi, tan rico que estas... ¿Ya la quieres dentro cierto?

-Ca-callate estupido mocoso... ¡y metela ya!. Follame, joder.

-¡Lo que usted ordene mi capitán!.-Metio por completo su pene dentro de la entrada del pelinegro, que como respuesta arqueo su espalda y dio un fuerte gemido.

-¡Ahhh! N-ngh... Eren... Eren...

Y entonces el castaño no paro de embestirlo, dándole fuertes penetraciones. No era siempre así, normalmente siempre era amable, y tierno con cada movimiento... ese dulce Eren que tanto adoraba Levi. Pero, cuando sus ojos dejaban de ser de su hermoso color verdoso esmeralda, y eran esos filosos ojos amarillos... era tan salvaje como una bestia, tan rudo sin siquiera pensar en el dolor que causaba, ese Eren que tanto volvía loco a Levi.

Los gemidos y jadeos resonaron en la habitación. Levi estaba llenándose se placer, mientras se retorcía con cada mínimo movimiento, las penetraciones no paraban. Eran fuertes y duras, tocando por completo su interior. Sus pequeñas manos rasguñaban la espalda del castaño, dejando grandes marcas. "Tiene dueño." eso quieren decir... y por su parte Eren mordía el cuello del capitán, con cada mordida dejaban una gran marca, como una mordida de perro... "Me pertenece." eso quieren decir.

El placer retorcía al pelinegro, deseando aun mas.

-Eren! ahh... ngh... ¡mas!.-su voz tembalaba de tanto placer, y eso era la gloria para Eren.

-Si, Levi...di mi nombre... anda, di que te encanta...-susurro provocador mientras daba esas fuertes penetraciones.

-¡¡Eren!! Ahh... naghh...-sus jadeos aumentaban con cada embestida. Era el cielo para Levi, un doloroso placer. Mientras que para Eren eso era la gloria, una deliciosa sensación.

-¡Capitan!.-jadeo un poco mientras se acerco a los labios del pelinegro, oh jamas se cansaba de besarlos. Adoraba morderlos y dejarlos completamente hinchados.

Ese pequeño Rincon donde dos amantes hacían de las suyas, solo se lleno de jadeos y gemidos llenos de placer, del dulce y doloroso placer.