Capítulo trigésimo primero

1.3K 110 7
                                    


De vuelta a casa, el ojiverde no hacía más que llorar mientras conducía furiosamente, el ojiazul lo miraba sin decir palabra, debido al miedo a hacerlo sentir peor y a acabar estrellándose.

Cuando ya quedaba poco para llegar, un perro cruzó la calle y Harry tuvo que dar un volantazo pues debido a sus ojos aguados no lo vio hasta que Louis le gritó, quedándose cruzados en medio de la carretera.

—¿Acaso estás loco?, Por poco nos matamos—dijo el ojiazul saltándose el cinto y saliendo del coche.

Harry movió el coche hasta la orilla y apagó el motor, luego agarró el volante y soltó un gran gritó.

—¡Aaaaaaahhhh...!.

Louis se sentó en el bordillo de la acera para intentar calmarse pues sentía su corazón latir a mil por hora, ese había sido el peor susto de su vida hasta la fecha.

Harry finalmente salió del coche, al ver al ojiazul con la mano en el pecho y respirando agitadamente.

—¿E-Estás bien Louis?... Lo siento mucho, perdóname.

El ojiazul asintió con la cabeza.

—Tranquilo, y-ya se me pasa.

El ojiverde sonrió y se sentó a su lado.

—Lamento no haberte creído y arrastrarte conmigo, ah bueno y esto también.

—Ya te dije que tranquilo, lo entiendo. Estás mal y bueno querías creer en mi hermano. Es normal que pierdas el control.

El ojiverde levantó su mano y acarició la mejilla del ojiazul.

—Eres increíble.

—¿P-Por qué me di-dices eso?—preguntó Louis sintiendo su cuerpo derretirse al tacto cálido de Harry.

—Bueno pues porque a pesar de lo que te dije y lo que te he echo, no te has enfadado conmigo... al contrario te sigues preocupando por mi.

Louis lo miró y sonrió ampliamente, haciendo que sus ojos se le cerrasen al subirsele los pómulos.

Louis lo miró y sonrió ampliamente, haciendo que sus ojos se le cerrasen al subirsele los pómulos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Bueno ya lo estás pasando bastante mal. No tengo porque machacarte... no soy tan malvado.

Harry sacó entonces su mano de la mejilla del chico y cogió una de sus manos y la apretó, a lo que el ojiazul respiró profundamente y luego soltó un gran suspiró.

—Y además eres muy tierno. Gracias por todo Louis.

Durante un buen rato estuvieron mirándose mutuamente sentados allí, casi a oscuras, en el borde de la carretera y completamente solos pues nadie pasaba ni a pie, ni en coche, tan solo estaban ellos.

—Es tarde, anda sube te llevaré a casa—Dijo el ojiverde rompiendo el silencio.

—Emm...oh si cla-claro, emm...a casa... si, vá-vámonos.—balbuceó el ojiazul volviendo a la realidad, tras haberse perdido en los brillantes y hermosos ojos verdes de Harry que lo habían atrapado de una manera hipnótica.

—balbuceó el ojiazul volviendo a la realidad, tras haberse perdido en los brillantes y hermosos ojos verdes de Harry que lo habían atrapado de una manera hipnótica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
23. Un novio de mentira. L.S (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora