Eché un último vistazo a mi mesa de trabajo, mientras Amy me esperaba en la puerta.
-Creo que no me olvido nada.
Seguí pensativa, mirando a mi alrededor. Estaba nerviosa, y no sólo por tener que comenzar con el mural en el local de motocicletas: no veía a James desde hacía casi una semana, desde aquella noche que tocara a mi puerta y se despidiera con un beso en la frente. Habíamos hablado, pero él no había sugerido que nos viéramos, y yo tampoco, a pesar de que me moría de ganas.
-Y si te lo olvidas, puedes volver. No te vas de viaje a China, te vas a pintar un mural a treinta cuadras de aquí.
-No me importa. Me gusta tener mis cosas -tomé las llaves de encima de la mesa y salimos por la puerta de mi taller, ambas arrastrando dos enormes carros con ruedas, cargados de pinceles, trapos y pintura -Gracias por llevarme.
-No tienes que agradecer ¿Y ya sabes que vas a pintar?
-Lo definiremos hoy. Tengo varias ideas y llevo algunos bocetos.
-¿Me contarás en el viaje lo que quiero que me cuentes? -subió y bajó las cejas varias veces, y casi podría jurar que la sonrisa le tocaba las orejas.
-No... -abrí la puerta de calle y salimos a la acera.
-¡Mia!
-¡Amy! -me burlé con su mismo tono.
-Tienes que contármelo. Has estado esquivándome desde esa noche en el pub.
-Puedes preguntarme lo que quieras.
-Quiero preguntarte todo. Todo lo que se es que ambos desaparecieron.
-No desaparecimos.
-¿Se fueron juntos?
-Si -esquivé a una mujer que por poco me chocaba de frente.
-¿A su casa?
-Sip.
-¡Si! -hizo un gesto de triunfo con el brazo.
-Ojalá sepas lo ridícula que te ves.
-¿Y pasó algo?
-Define algo.
-Si yo soy ridícula, tú eres insorportable. Algo es sexo, Mía. Sexo.
-Si.
-Oh, eso es fantástico. ¡Fantástico! Quiero que sepas que me pone muy feliz. No que hayas tenido sexo, porque sé que nunca has tenido problemas en ese área. Sino porque James... amamos a James -Amy abrió el baúl del auto y ambas empezamos a cargar las cosas.
-¿Amamos?
-Greg y yo. Y todo el resto del mundo, básicamente.
-Menos su ex mujer.
-Menos su ex mujer. Siempre hay una excepción que confirma la regla.
-¿Qué pasó con ella?
-¿De verdad quieres saberlo, no es así? -cerró el baúl con un golpe seco.
-Si, de verdad.
-Te diré lo que pasó con ella si prometes contarme más cosas y responder con mucho más que monosílabos.
-Está bien -entramos al auto y me puse el cinturón de seguridad, mientras Amy hacía lo mismo y ponía en marcha el auto.
-Ella era una perra -hizo un silencio larguísimo mientras sacaba el auto del estacionamiento.
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Dos corazones en guardia
FanfictionMia ama el arte; es pintora, tranquila y ama su independencia y su soledad. James ama las motos; es extrovertido, tosco y persuasivo. Ambos se esconden en sí mismos, pero, a pesar de sus corazas, descubrirán que tienen mucho más en común de lo que...