Act 10

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Los días de invierno comenzaron a hacerse presentes, la temperatura descendió hasta los grados bajo cero y había posibilidades de que nevara en la ciudad.

Negas sabía que debía de comprar las cosas necesarias para poder soportar el frío así que fue a super. El caminaba tranquilamente por los pasillos del lugar buscando los alimentos enlatados. Su mirada aburrida y cansada era más que evidente, eran días bastantes difíciles para él, el trabajo era complicado, su jefe parecía estar más insoportable de lo acostumbrado y el asunto en torno al comportamiento de Pinchimono aún le preocupaba, sin embargo procuraba no perder el control.

Pero cada rabieta contenida era equivalente a veneno consumiéndole las entrañas. El lo sabía, pero a pesar de eso había algo que hacía que lo olvidase completamente y... en cierto modo era algo bueno para él.

El pelicafé continuaba andando por los pasillos mientras cientos de ideas pasaban por su cabeza. Finalmente logró llegar a la sección de alimentos enlatados, observó las repisas y acto seguido comenzó a poner algunas latas de atún en el interior del carrito de compras, después siguió con su recorrido hasta llegar a la sección de embutidos y carnes frías, de ahí solo tomó un poco de jamón y después continuó andando por los pasillos hasta que finalmente llegó a la sección de bebidas, el observó las repisas sin sentimiento alguno reflejado en su rostro.

Tomó varias sodas y comenzó a poner cada una dentro del carrito. Acto seguido paseó su mirada por el resto de las estanterías buscando algo más que le hiciera falta, sin embargo, cuando volteó a la izquierda se quedó estupefacto, ahí estaba de pie ella, la chica que desde hacía tanto tiempo anhelaba volver a mirar otra vez.

Sus expresión no cambió demasiado pero estaba felíz, apenas era capaz de contener su alegría.

La chica estaba observando las estanterías tan concentrada que aún no se percataba que era observada desde lo lejos pero ella al poco tiempo logró percatarse de la presencia del uniceja.

Ella lo observó algo sorprendida y después sonrió cálidamente como siempre lo solía hacer. A Negas le agradaba esa sonrisa, tan honesta y cálida.

—Hola. —Saludó el uniceja esbozando también sonriendo.

°Lovely, part 2 °

Dᴇᴀᴛʜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora