Capítulo 1

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Ámbar miro la prueba de embarazo por tercera vez sin poder creerlo aun. Ella no podía estar embarazada, se negaba a estarlo.

—Basta Ámbar, ya está —Delfi le arrebato de la mano la prueba. Durante estos días Ámbar se había sentido un poco mal y había tenido un retraso por lo cual comenzó a sospechar de estar embarazada, por lo cual le había pedido a una de sus mejores amigas que por favor viniera lo antes posible a la mansión no sin antes contarle lo que sucedía, la pelinegra no dudo más de dos veces en pasar a una farmacia por una prueba de embarazo —No porque la mires mil veces el resultado va a cambiar.

Ámbar suspiro, sabía lo que decía su amiga era verdad. Arrojo la prueba con enojo, se sentía como una estúpida y no quería ni imaginarse como reaccionaria Simón cuando se enterara ¿se haría cargo? O ¿la dejaría sola con su problema?

—¿Estas segura que esta prueba es efectiva? —pregunto mordiéndose su labio inferior y cruzándose de brazos.

—Bueno, eso no lo sé, yo solo tome la más costosa —dijo encogiéndose de hombros —supongo que por tus síntomas, si estas embara...

—Cállate Delfina, no vuelvas a repetir eso —interrumpió molesta Ámbar. Camino hasta la cama y se dejó caer, para segundos después tomar su almohada y cubrirse el rostro con ella.

—Yo no creo que sea tan malo, después de todo ya eres mayor de edad y tienes mucho dinero así que no veo cual es el problema —dijo sin tomarle importancia.

—El problema es que yo no quiero un hijo, sí, soy mayor de edad, pero ni siquiera se cuidarme yo sola. Enserio que soy una estúpida —retiro la almohada de su rostro y las lágrimas se hicieron presentes, su maquillaje escurría por todo su rostro —No quiero pensar como reaccionara Simón, seguro se molestara conmigo por olvidarme de tomar la pastilla ¿y si me deja sola con ese bebe? ¿Qué voy hacer? Yo no puedo sola, Delfi

—Tranquila, amiga. No creo a Simón capaz de hacer eso...

—Perdón por llegar tarde, pero tuve que esperar a que Noah despertara de su siesta —aviso Emilia entrando a la habitación de la rubia —Ay, ¿Qué paso aquí? ¿Quién se murió? —bromeo la Mexicana, pero ninguna de las dos chicas rio.

Emilia dejo a su pequeño hijo en la cama y después se sentó junto a él.

—¿Pueden contarme que está pasando? Porque no entiendo nada —pregunto con seriedad esta vez.

—Ámbar, está embarazada —soltó la pelinegra y una gran carcajada salió de la boca de la mexicana.

—No sé si sepas que existe algo que se llaman condones es una cosita como así de grande y es de látex o también existe una pastilla así de Chiquita y ambos sirven para evitar embarazos, además de esos existen más métodos... —comento burlona.

—Oh mira quien lo dice, la que tiene un hijo de tres meses —dijo Ámbar a lo que Emilia solo la fulmino con la mirada.

—Bueno y ¿qué piensas hacer? —la rubia trago saliva, sabía que después de decir lo que pensaba probablemente la juzgarían.

—Quiero abortar —hablo en un susurro.

—¿¡QUE!? —exclamaron ambas chicas al mismo tiempo.

—Que no quiero tener a este bebe.

—Es ridículo lo que dices —le dijo la mexicana.

—Pues esa es mi decisión y creo deberían respetarla —hablo con firmeza.

—Ámbar si es porque piensas que Simón no reaccionara de Buena manera, no sabes si será así...

—¿Quien dijo que era eso? Yo sinceramente no creo poderme hacer cargo de este bebe, simplemente no quiero tenerlo—se puso de pie.

—Yo estoy segura que no es eso —dijo Delfi mirándola a los ojos a lo que esta solo evito su mirada.

—Si yo también creo que es otra cosa.

—Ok, tienen razón. Tengo miedo ¿ok? Tengo miedo de encariñarme y después no se lo suficiente buena para él, tengo miedo de cometer un error, tengo miedo a ser juzgada... —se cruzó de brazos y agacho la cabeza.

—bueno, yo que ya soy mama, también tuve esos miedos Ámbar —Emilia se puso de pie y le hizo una seña a la pelinegra para que cuidara a Noah —Pero cuando escuchas por primera vez los latidos de su corazón o cuando lo ves moverse a través de una pantalla sientes algo único, quieres que ya nazca para tenerlo en tus brazos.

Ámbar al igual que Delfi escuchaban atentas, jamás creyeron escuchar a Emilia decir eso.

—Y sobre ser juzgada, habrá personas a quien le parezca bien y habrá personas a quien no les parezca el hecho de ver que eres joven y estas embarazada, pero sinceramente eso no debe de importante, lo importante es que tu te sientas bien, porque hagas lo que hagas, jamás tendrás contento a nadie.

—Sí, ámbar. Emilia tiene razón, no serás la primera ni la última que salga embarazada a esta edad, por ejemplo Nina, Yam, Jim y hasta Emilia están sintiendo lo que es ser madre es estos momento, quizás ellas no estaban listas para esto... pero ahora las vemos muy felices —ambas chicas trataban de convencer a su amiga de que abortar no era la mejor decisión.

—Muy lindas sus palabras, pero no creo cambiar de opinión. Yo quiero ser una modelo reconocida, ¿a qué modelo has visto embarazada? ¿Qué viene después del embarazo? Cuerpos llenos de estrías y cosas por el estilo, yo no quiero eso para mí ¿entienden? Yo quiero seguir disfrutando mi vida y un bebe no está en mis planes, no ahora.

—Pero...

—Hablare con Simón, espero el sí apoye mi decisión y me entienda —tomo su bolso, camino hasta la cama, tomo la prueba de embarazo y la echo a su bolso. Después acomodo su maquillaje y salio de la habitación dejando completamente confundidas a sus amigas.  

3| Catch me if you canDonde viven las historias. Descúbrelo ahora