sex secret ➳ Camila Cabello y tú

Capítulo 4

Capítulo 4

- ¡Dios! Por poco y no reconozco a mi mejor amiga- Hablo Dinah, cuando ya estuve adentro de su auto. Sonreí y la abracé.

-Tonta, te he extrañado tanto. Me hacía falta tus palabras.

-Pero ya estoy aquí cariño- Acepto mi abrazo y luego nos separamos. Ella me miro sonriente. -Me he enterado de tu discusión con Dallas, hoy. ¿Qué paso? -Dijo mientras arrancaba el auto, suspire.

-Pues ha vuelto a decir una mentira. De esas que suele decir sobre mí. Entonces fui a buscarla, le grite, y termino por hacerme esto- Le enseñe las dos marcas y mi amiga abrió los ojos como plato.

- ¡Dios mío! ¿Te dejaste?

- ¡No! Pero ¡no pude zafarme de su agarre!

-Ya veo- Dijo no muy convencida y dando vuelta en una calle.

- ¿No me crees?

- ¡Claro que te creo, cariño!

- ¿Entonces? Porque ese tonito.

-No es solo, que ya lo venía venir-

Sonrió y la mire.

- ¿Qué? - Dinah rio.

-Tú estabas cegada por tu odio y repugnancia, que no venias las cosas. ________ ha estado babeando por ti, desde hace rato. Incluso las porristas, dijeron, que _________ dijo, que hacerte enojar la excitaba- Me sonroje. - ¿Ahora lo entiendes?

- ¡Sí! – suspire. - Hoy pasaron demasiadas cosas Dinah. _________ se tomó demasiada libertad conmigo- Dinah levanto las cejas picarona.

-Uy! Esta noche será buena para ti Camila- Giro en una calle y después se estaciono frente a el nuevo local. Cuando el auto estuvo apagado, estuve a punto de salir, pero Dinah me detuvo.

-Es un pequeño regalito, ya sabes de mejores amigas- Miré el pequeño sobrecito que había metido a mis pechos y reí. ¡Un condón! Dinah no cambiaba.

-Pues te lo agradezco, pero no creo que tu pases desapercibida.

-Apostemos.

- ¿Qué?

- ¡Si! Si te llevas a la cama a _________ Dallas, yo...

- ¡Te llevas a la cama a Liam Payne!

- ¿Qué? ¡No! Lo aborrezco.

-Y yo a _________- Levante los hombros. - ¿Trato? - Le tendí mi mano y Dinah la miro por algunos segundos. Después sonrió.

-Trato.

Bajamos del auto tomadas de la mano, y entramos entre la multitud. Apenas eran las nueve y las parejas ya estaban afuera besándose y tocándose. Reí para mis adentros. 'Desesperados'. Pensé. La nueva disco-bar era demasiada grande y aun si estaba atragantándose de jóvenes. Había sillones en los costados, una barra de bebidas inmensa, una bola de disco arriba y solo con esa luz se veía la pista. - ¡Vamos a bailar! -Grito Dinah cerca de mi oído. No dije nada, solo tomé su muñeca y caminamos- de nuevo- entre la multitud hasta hacernos un espacio en la pista. La música retumbaba en mis oídos. Me deje llevar no por mis pensamientos, si no por mis movimientos.

Disfrutaba tanto el baile. Mis movimientos no eran exagerados, eran lentos y muy placenteros. Y aun lo mejor, era sentir la mirada de los chicos sobre mi cuerpo. Exploraban hambrientos cada movimiento, cada palabra, cada parte de mi cuerpo. Algo único y excitante. Dinah se acercó a mí y pegamos nuestros cuerpos. Algo que siempre hacíamos y a los hombres les encantaba. Justo en ese movimiento, una mirada. Una más pesada, a las otras. La podía sentir sobre mí. Sobre mi cuerpo. Entre abrí los ojos y la vi.

Afuera de la pista, con una mano en su bolsillo y la otra sostenía una cerveza. Miraba detenidamente mis movimientos. Mordiendo su labio inferior, y con su mirada penetrante. Como si me estuviese desnudando con la mirada. Eché mi cabello hacia atrás y volví a mirarla, pero ya no la encontré. Suspiré aliviada y Dinah me dijo algo que no pude escuchar. Solo la vi alejarse a la barra de bebidas. Continúe bailando sin mucha importancia. Esta vez cerré los ojos dejándome llevar.

La música entro en mí y por un segundo me olvide de todo. Sentí ser la única. Aunque hubiese más de 100 personas en la misma pista. No obstante, unos brazos se posaron en mi cintura, pegándome el cuerpo del dueño o de la dueña. Me estremecí al contacto y miré sobre mi hombro. Sonreí y me giré sin ninguna palabra alguna. Esta vez no caería, no esta vez.