3. Sonrojos

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Para el segundo día Temo no había mejorado mucho aunque su Papancho lo llevó al doctor y ahora tenía que tomar medicinas que le ayudarían.

Las calcomanías se habían despertado un poco más tarde por lo que su papá no pudo ver como había amanecido, aunque se había asegurado de que Aristóteles estuviera para cuidar de Temo.

-Muy bien, tienes 38°C -dijo Aristóteles al checar el termómetro que le había puesto hace unos minutos antes, hizo una leve mueca- al menos no ha subido según lo que tu Papancho me dijo.

-Me siento medjor que ayehd -comento Temo mientras Aristóteles le ponía una toalla mojada en la frente.

-Eso es algo bueno -tomó asiento en un lado de la cama- pero tu temperatura aún no baja lo que debería, así que tenemos que cuidarte muy bien.

Temo asintió, no podía negar algo en lo que estaba de acuerdo.

Quería mejorarse pronto, poder disfrutar de sus vacaciones, quizás hasta pasar más tiempo con Aristóteles fuera de su habitación.

Era su segundo día enfermo pero no aguantaba las ganas de estar mejor.

-¿Qué máhds te didjo mi Papancho? -otra de las cosas que odiaba al estar enfermo era el aburrimiento, así que siempre intentaría tener algún tema del cual hablar.

-No tanto, sólo los horarios de tus medicinas -observó su celular- y sino me equivoco te toca una justo ahora.

Aristóteles se levantó para ir hasta la cocina y buscar el papel donde Pancho le había dejado los horarios y demás indicaciones.

Regresó con un vaso de agua y una pastilla, de la cual Temo no tenía idea de que era pero que recibió sin problemas.

Aunque al Aristóteles darle el vaso de agua los ahora algo torpes dedos de Temo no pudieron sostener el vaso y derramó el agua sobre él.

-L-lo siento -dijo Temo apenado, ¿Porque tenía que ser tan torpe?

-No te disculpes, a todos nos pasa -le resto importancia- pero no puedes estar así, debes de cambiarte.

Temo asintió, tener la ropa mojada le hacía tener frío, más del que ya sentía gracias a la fiebre.

Tomándose la libertad de conocer a Temo buscó entre sus pijamas una para que pudiera cambiarse, encontrando una playera gris con pantalones negros.

-Gradias -dijo al Ari darle su ropa, pero no se movió de su lugar.

Temo jugaba con sus pulseras de manera nerviosa, Aristóteles le miraba sin decir nada. 

La mirada le comenzaba a incomodar,  incluso más que tener la ropa toda mojada y fría. ¿Qué esperaba para dejarle cambiarse?

-Temo estas temblando -el rizado rompió aquella pequeña tensión que Temo sentía- deberías de cambiarte si no quieres enfermarte más.

-Lo se pero..

-No te preocupes que yo te ayudaré -Aristóteles le sonrió.

-Yo puedo hacedlo sólo -dijo empezando a sentir las mejillas calientes.

-A veces somos más torpes cuando enfermamos pero por eso yo estaré  aquí ayudarte si te sientes mal.

En verdad que tenía frio y ya quería cambiarse pero tener a Aristóteles a un lado no ayudaba en nada.

Aunque había entendido que no tenía intenciones de dejarle porque ahora creía que el tener dedos torpes significaba que lo era todo el tiempo.

No tenía de otra, así que se resignó a tener que cambiarse frente a Aristóteles.

Sin atreverse a mirarle se quitó la playera para ponerse al instante la seca, los pantalones fueron los más difíciles aunque agradecía que ya no le miraba tan directamente y se cambió lo mas rapido que pudo, aunque eso hizo que su pie se atorara y casi se cayera.

-Cuidado -Aristóteles le ayudó a mantenerse de pie, estando bastante cerca de su cuerpo- te dije que era de ayuda.

Temo observó a Aristóteles, estaban cerca, mucho más de lo que le gustaría. Sus mejillas comenzaron a sentirse el triple de calientes y a tenerlas de un tono rojizo, sabía de aquello gracias a que Aris le miraba mucho las mejillas.

-Estas arriendo de nuevo -dijo posando su mano en una de las mejillas de Temo- creo que necesitas tomar tu medicina sino queremos que enfermes peor.

Aristóteles se aseguró de que Temo volviera a la cama mientras el tomaba la ropa mojada y salía de su habitación para buscar otro vaso de agua. Creyendo fielmente que las mejillas ardiendo de Temo eran por culpa de su enfermedad.

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Cambie la portada y ahora si me gusta todo :D

Sick for the love || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora