Así, entre varias risas y caricias pasaron su tarde; hablando de temas triviales y diciendo bromas que sólo ellos entendían, hasta que finalmente Shōto mencionó:
—¡Oh, eso me recuerda! Mañana vas a estar de cumpleaños, ¿qué quieres que te regale? —Ante la pregunta, el rubio sonrió y volvió a depositar un pequeño beso en la mejilla de su novio.
—Quiero estar contigo todo el día. Sin que nadie nos esté molestando, sólo tú y yo.
—Pero, Katsuki. Debe haber algo material que quieras, no me gusta la idea de sólo aparecerme y que ese sea el regalo.
—Ponte una cinta en la cabeza y métete a una caja, yo puedo fingir que no me lo esperaba. —Rió el ojirubí ganándose una mirada de enojo del más joven, quién terminaría por darse por vencido y aceptar que el otro no quería nada en realidad.
Una vez se les hizo tarde, volvieron a sus dormitorios para descansar. Bakugo dejó a su novio en su habitación para luego irse a la suya, dándose cuenta de que tenía un nuevo mensaje de nada más ni nada menos que su angelito.
La preocupación de su niño le causó muchísima risa, era imposible que algo le sucediese al tratar de llegar a su habitación, sin embargo, Shōto estaba ahí para sorprenderlo con sus tonterías.
Le causaba risa lo tonto que podía llegar a ser Todoroki a veces, era adorable. Le gustaba aquella faceta suya que sólo él conocía, esa faceta en la que se reía de cosas sin sentido y hacía comentarios tontos.
Decidió confirmar que estaba bien para que el otro no comenzase a bromear sobre que lo habían secuestrado, porque lo veía capaz y no quería que se desvelaran diciendo estupideces.Después de enviar ese mensaje, Todoroki se desconectó y Katsuki imitó la acción; conectó su celular a su cargador y se arregló para meterse a la cama y conciliar el sueño después de unos minutos. Teniendo como último pensamiento aquella sonrisa tímida que tanto le gustaba, esos ojos que lo volvían loco y sobre todo, ese chico que le había robado el corazón por completo. Aquel hermoso chico que le estaba haciendo sentir que quizás sí era capaz de querer a alguien sin herirlo, no como había sido el caso de Midoriya.
«Aunque no me importa, voy a hacer lo imposible para no lastimar a Shōto, él merece lo mejor del mundo y voy a encargarme de dárselo.»
Ese fue el último pensamiento en su cabeza antes de caer profundamente dormido.A la mañana siguiente, todos en el salón esperaban al rubio; Kirishima había conseguido permiso de Aizawa para poder organizarle una pequeña sorpresita.
Incluso, se habían reunido ahí más temprano para decorar, escribiendo un texto de "Feliz Cumpleaños, Bakugo!" en el pizarrón, pusieron serpentinas en dónde pudieron y se aseguraron de meter al novio del explosivo chico en una caja, obviamente con una cinta preciosa en su cabecita bicolor.Esperaron pacientemente a que el mayor llegase y una vez lo hizo, todos gritaron al unísono "¡Sorpresa!" dejando al rubio un tanto shockeado al inicio. Así le cantaron la respectiva canción de cumpleaños y luego lo invitaron a abrir su tan esperado regalo.
Bakugo no se hizo de rogar y se acercó a la caja que estaba en el fondo del salón, acarició la tapa por encima y luego la retiró lentamente, dejando salir a su adorable copo de nieve del interior.
—¡Sorpresa! Feliz cumpleaños, mi amor. —Dijo el chico al tiempo en que abrazaba a su novio y llenaba su rostro de pequeños besos que sabía que le encantaban.
—Es definitivamente el mejor jodido regalo del mundo. —Bakugo sonrió al mismo tiempo que sacaba a su niño de la caja y se dejaba besar por el menor.
Todos observaban la escena encantados, incluso Mina y otros comenzaron a pedir un beso de la pareja; provocando un adorable sonrojo en las mejillas de los enamorados que después de mirarse unos segundos a los ojos se fundieron en un tímido beso que los hizo olvidarse de los gritos y aplausos de los demás, un beso en el que sólo importaban sus corazones latiendo al mismo ritmo, dónde sólo estaban los sentimientos que tenían por el otro y sobre todo, el amor que estaba creciendo cada día más.
Al separarse, el rubio acarició la mejilla de su novio, apreciando esa mirada heterocromática que tanto le gustaba y finalmente diciendo:
—No sé qué mierda es ésto, pero creo que podría volver a enamorarme de tí una y millones de veces más, Shōto.
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Holas! Muchísimo tiempo inactivo, lo sé. Es que, salí de vacaciones y debo reconocer que no he hecho nada además de ver Hunter x Hunter y ser un vago. No voy a mentirles.
Bueno, estoy tratando de escribir escenas llenas de azúcar para alegrar mi alma. Espero les guste. <3
Este capítulo va dedicado a dos personas: Eltaquero4 (muchísimas gracias por votar en todos los capítulos de mi otro fic y obviamente en éste) y Otakuchica2004 (adoro los comentarios y ver el tuyo hizo que trajera este capítulo, así que, gracias por comentar)
Es todo por hoy, muchísimas gracias a todos. <3
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"El más hermoso de los mentirosos" [BakuTodo]
FanficAl inicio de su relación, todo era perfecto. Tanto el medio albino como el explosivo rubio se amaban con la intensidad de sus almas, nadie tenía dudas de ello. Eran una pareja normal, se preocupaban el uno por el otro, se visitaban, respetaban, amab...