Infierno parte 1

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Todo se había teñido de rojo cuando Subaru bajo al piso inferior. Sus botas se salpicaron de sangre antes de entender lo que estaba pasando.
La escena que tenia ante sus ojos era abrumadora.

El cuerpo de Yui se encontraba tendido sobre un gran charco de sangre con la vista fija en la araña del techo. Sus ojos estaban vacíos como si toda la vida que antes había en ellos se hubiera esfumado.

Subaru aun no había salido de su ensoñación cuando vio al causante de todo esto.

Su hermano mayor Ayato estaba ante del cadáver de la chica, con su camisa blanca totalmente manchada de su sangre y su sonrisa burlona que se ensancho al ver al menor aparecer.

—¡oh! Subaru, no sabia que vendrías. Me temo que he echado a perder nuestra comida. Si tienes sed tendrás que lamer el suelo. — rio Ayato limpiando con su lengua su mano cubierta de sangre.

— ¡MALDITO! —grito el alvino antes de lanzarse hacia su hermano y golpearle la cara con todas sus fuerzas.

Noto como la nariz del pelirrojo se rompía con el golpe y el vampiro caía al suelo, cubriéndose aun mas con la sangre de Yui.

Subaru se encontraba sobre Ayato golpeándole la cara hasta hacerse sangrar en sus propios nudillos con la brutalidad con la que le pegaba. Pero por mucho que lo golpeaba aun podía oírle reír como si los golpes no fueran mas que una mera molestia.

— ¿QUE TE HACE TANTA GRACIA? — gritó Subaru deteniendo sus golpes.

—Tu actitud — respondió Ayato sonriendo. Tenias los labios rotos y el rostro lleno de moratones y cortes sangrantes pero no había borrado su sonrisa burlona. —Que mas te da si esta muerta, solo es comida. Padre nos traerá otra, tal vez una que no sea tan inútil.

—ELLA NO ERA INUTIL ¡TU ERES EL INUTIL QUE SE CREE EL HEREDERO AL TRONO CUANDO NI SIQUIERA LE IMPORTAS A NUESTRO PADRE!

— Como si tu llegaras a conseguir algo en tu miserable vida. No te quiso ni tu propia madre. — gruño el pelirrojo. Por un instante Subaru vio como un resplandor pasaba por los verdosos ojos del mayor y la sonrisa de este se ensanchaba y comenzaba a reír en voz alta. — A no ser... que Yui te quisiera.

Subaru apretó los dientes y los puños.

—¡Ah! Conque era eso. Entonces me alegro de a verla matado, así que quedaras solo por toda la eternidad, hermanito.

— ¡HIJO DE PUTA!
Subaru trato de golpearle nuevamente pero alguien lo detuvo. Escucho una risita pervertida.

—juju Subaru-kun no esta bien golpear a tu hermano —dijo Laito sujetando las dos manos del menor.

—Vas a pagar esos golpes. — amenazo Ayato. En un rápido movimiento le arrebato del cinturón la daga de Subaru y se la clavo en el estomago al alvino mientras Laito le sujetaba por las muñecas haciendo que al menor le fuera imposible defenderse.

Vio como Subaru caía al suelo semiconsciente y los trillizos estallaron en risas.

— Puede que seas el mas fuerte de los seis, pero tu mayor defecto es que estas solo.

La Daga Blanca  (Shu x Subaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora