La venganza de Alex [Editando]

Capítulo 44

Llego a mi departamento, arrojó toda mis cosas sobre la cama, camino de un lado al otro tratando de calamarme, me desnudo y camino hasta el baño, abro la ducha dejando que el agua caliente caiga sobre mis hombros...

Suspiro... Veo el vapor inundar el cuarto de baño, pero me siento asqueado por todo lo que lei en esos documentos.

¿Como puede ser que haya gente capas de hacer dinero con la vida de otras persona?

En esta situación las victimas son niños inocente y desafortunados, que no son mas que  billetes verde para gente sin escrúpulos y alma.

No puedo entenderlo, no hay nada en el mundo que justifique todo esto, matar a alguien, robar, violar, abusar de alguien inferior solo para satisfacer las necesidades del egoísmo y el narcisismo, pero si hay algo que se, es que el mundo ya está podrido, y es imposible que cambie, si intentas hacer cosas buenas, siempre abra alguien que quiera aprovecharse de eso, y si eres malo dispuesto a todo, siempre abra alguien dispuesto a proveharse de eso.

Como las Iglesias con sus mentiras y sus fraudes, como los pastores y los curas, dispuesto a sacrificar la moral para financiar negocios perversos. Como lo es el hacerse rico con la inocencia y la debilidad de las personas.

Dispuestos a venderte un Dios sólo para mantenerte dispuesto a ser fiel y a la vez venderte la imagen de un diablo para mantenerte asustado sabiendo que la fidelidad no es obcional, el libre albedrío no es obcional.

No lo fue la Inquisición, tampoco nuestros colonizadores, no se encuentra el libre albedrío de un Dios cuando sus sacerdotes te dan a elegir entre la espada o la sumisión, cuando tu vida se colapsa, la Iglesia finge ayudarte, el diezmo diario a cambio de no ir al infierno, la hipocresía a cambio de encajar, las mierdas que nos inculcaron, el Dios falso que nos metieron a base de costumbre. El pastor que tiene a sus ovejas controladas, todas sumisas dentro del establo, pero si sales el lobo te atrapa y te devora.

Dios es grande y misericordioso, siempre y cuando estés quieto sin mover la cabeza. Sin preguntar, sin razonar, sin mirar más de la cuenta.

Siempre es lo mismo en este mundo partido al medio, religión, política, cualquier bando tiene el mismo fin, un rastro de sangre y de historias vergonzosas y repugnantes...

Suspiro de manera profunda, pestaneo sintiendo el agua callendo sobre mi cuerpo.

Salgo de la ducha, me seco dejando huellas en el vapor que se imprecno en el piso blanco, me pongo algo cómodo y comienzo a analizar los documentos, veo nombres y apellidos, números, fotos, tantas caras de niños con los precios que fueron comprados y sus captores.

Busco el nombre el proveedor.

-Mauricio Puenteroca- Digo para mis adentros.

Veo su rostro, cabello negro azabache, barba negra, ojos oscuros como la noche y una sicatriz al costado del ojo derecho, le surca desde la sien hasta el pómulo, muy desagradable.

Veo una lista que me llama la atención, al parecer hay dos hombres nuevo para un hombre llamado Mercia.

Me rospre do al ver el rostro de uno de esos tipos, se parece a mi, la nariz, el cabello, los ojos castaños, cualquiera podria decir que es mi hermano.

Una idea comienza a debatirse en mi cabeza <<Soy un soldado y mi misión y atacar de afuera pero si me infiltro podré atacar desde adentro>>

Vuelvo a ver la foto para sacarme toda duda, es de mi estatura, con el mismo color de cabello y de ojos, las facciones de rostro son algo diferentes, pero la diferencia es minima, no es nada que no se pueda manejar.