Capitulo 45

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Vuelvo a oír el pequeño sonido de la campana al chocar chocar contra la puerta y levanto la vista por reflejo, solo veo una mujer mayor, de cabellos castaños oscuros y unos enormes anteojos sentarse unas mesas alejada de mi, algo en esa mujer llama mucho mi atención, tiene un pantalón Lila acampanado que no le llega a los tobillos, zapatillas blancas y un suéter de color morado, y un enorme bolso de mimbre de muchos colores, se sienta de costado a unas mesas frente a mí y veo como una camarera vierte café en su taza. La veo sacar una revista de su bolso y la lee.

<<Yo y mi costumbre de ver personas>> Pienso y rio en mi soledad.

Como otra porción de pizza pero algo de me tiene incómodo, vuelvo a ver a la señora, veo sus manos, noto arrugas por la edad en su blanca piel, unas uñas largas con un esmalte rosa, veo un brillo en ella que no me deja tranquilo, veo como se saca los anteojos y siento un nudo en la garganta que no baja, me acongojo y la presión en mi pecjo se acelera, respiró ajitado.

-¡¡¡Mamá!!!- Mascuyo entre dientes.

Siento que el estómago se me cierra pero quedó inmóvil. Recciono, dejó dinero en la mesa y salgo del restaurante a paso lento para no llamar la atencion a la vez que sigo con la mirada.

Llego al aire libre y el sol me da de golpe, todo gira y unas nauseas se apoderan de mi, trato de no ver mas a la mujer, me subo a mi auto y salgo del lugar disparado como un rayo pero poco a poco voy bajando la velocidad hasta detenerme completamente.

-<<Esa no puede ser mi madre>> Río consternado.

No es como la recuerdo... Recuerdo la ultima vez qie quise verla, viaje hasta el departamento donde vviamos pero le perdi el rastro cuando me entera que ya nadie vivia en el.

Despues de ese dia jamas volvi a buscarla, jamas preunte por ella, pero... es imposible qie es mujer sea mi madre.

Aceleró y vuelvo rápido hasta el restaurante con la intención de volver a verla y sacarme las dudas de todo esto, todo esto que me comenzaba a destrozar por dentro.

Bajo del auto y tomó una campera que estaba tirada en lo asientos traseros, me la pongo dejandome la capucha puesta, es la campera negra avitual que siempre suelo ponerme.

Observo a travez del cristal de enfrente y veo a la mujer levantarse de la silla y se retira de la tienda, oigo la campana sonar y me volteó rápido ocultando mi rostro.

Vuelvo a voltear y la veo caminar a paso lento en dirección contraria, la sigo a distancia y la veo frenarse frente a otro restaurante, ella mira desde la vereda y entra por la puerta del local, yo la observó desde afuera, la veo hablar con un hombre detras de un mostrador y a los minutos sale del restaurante, abre su bolso y guarda una carpeta en el.

Por Dios, el parecido es idéntico, si no conociera a mi madre creería que es ella, pero hasta ahora la llevo siguendo como tres calles y entra en cada restaurante o cafetería que crusamos, es imposible que sea un señuelo, una trampa para que me atrapen con la guardia baja.

Niego con la cabeza al darme cuenta de las estipideces qie deliro.

La sigo y veo como se le cae algo de la mano, se agacha a levantarlo y voltea. Su mirada se clava en mi, yo solo la miro sin decir nada, ella se ve consternada, perpleja, como si viera un fantasma.

Tengo que admitir que en parte deje que me viera, ella se para lentamente sin levantar las hojas que se le calleron al suelo.

-¿Alex?- Pregunta crubiendo su vista del sol -¿Alex, eres tu?- Vuelve apreguntar casi con lágrimas en los ojos.

La miro detenido, ella camiensa a temblar y sus lágrimas a caer y corre hacia mi y se abraza a mi cuello y llora.

-Hijo eres tu, eres tu- Su voz se quiebra completamente, su llanto se descontrola -Te busque por todos lados hijo.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora