Capítulo 46

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Veo el reloj de mi celular, y noto que ya están por dar las diez de la noche. Hoy es el día que tengo que encontrarme con el infiltrado del sargento John, hace tres dias maso menos que hable con el y esta noche planearemos el plan para mi infiltración, tomó el bolso que prepare con las armas con los transmisores y me dirijo hasta el aparcamiento, guardo el bolzo en un compartimento secreto oculto en los acientos traceros, me adentro en el auto, oigo el rugir del motor al encenderlo y me dirijo hasta los muelle.

Desde mi ventanilla comienzo a ver la costa a la vez que siento como la temperatura deciende, bajo del auto en la oscuridad, veo muchas bodegas de los barcos mencantes, el lugar esta casi a oscura salvo por una tenue luz de algunos faros.

Me pongo la capucha y comienzo a esperar, siento el frio en mis manos y las pongo en los bolsillos delanteros del abrigo, una brisa helada comienza a congelar mi rostro, suspiro, aún no se nada del infiltrado. Me recargo contra la puerta de mi auto y siento el frio metal del arma en la espalda.

Veo las luces de una camioneta estacionar a unos cuantos metros, guardo la calma y espero tranquilo.

Veo como las luces prenden y apagan dos veces, es lo único que distingo entre tanta oscuridad y comienzo a caminar hacia las luces de los faros del vehiculo.

Cuando voy llegando veo a tres hombres bajar de la camioneta, y yo no tengo idea de quién es el infiltrado. Veo a los sujetos, uno es delgado y de mi estatura, los otro dos son fornidos y fuerte, de cabello corto, y brazos anchos, noto que uno tiene tatuajes en las manos y en el cuello, si no lo cubriera una chaqueta de cuero seguro vería todo su cuerpo con tinta.

<<¿Pero quien rayos es el infiltrado, en las manos de quien tendre que dejar mi espalda para que la cuide?>>

-Eh, perro, ¿que pasa?- Digo sin ver a alguien en especial.

- Alex, amigo, tanto tiempo- Dice el más bajo de estatura y musculatura.

Él tipo es delgado, de ojos saltones, tiene tatuajes en sus manos Y un aro en la oreja, cabello corto de color rubio y blanco pálido.

-Te presento a mis chico- Dice el hombre -El es Giner, y el Sonner.

Miro a ambos quienes me miran de manera desconfiada y penetrante.

-Bueno- Dice el infiltrado con mirada sería -Cuiden el auto me voy con mi amigo.

-Estas seguro- pregunta Giner desconfiado. El infiltrado sólo les da una mirada sería y se quedan tranquilo.

-Ven, caminamos- Me dice y lo sigo.

Damos pasos lentos, la tensión se palpa en el aire y el ruido del muelle se deja oír, ese rechinido de madera antigua. Cuando veo que llegamos a una distancia alejada de los sujetos el habla.

-Se supone que eres un colega antiguo- Dice irritado -Dime Justin, eso de perro déjalo para otros- Asiento -bueno, ¿cual es el plan?- Pregunta.

-¿Era necesario traer a los mastodontes esos?- Pregunto

-Claro que si, siempre me siguen y me protegen la espalda, si una noche sólo así no los llevo levantaria sospechas.

-Entiendo. Aamm, Bueno, he pensado en infiltrarme- Justin me mira fijo -Asesinar al proveedor y al padre luego de saber quienes son las cabezas de esta operación.

-Es imposible- Dice Justin.

-¿Que es imposible?.

-He estado mucho tiempo en esta maldita mafia y jamás he visto la cara del liner, nisiquiera se sus nombres.

-Se que uno de ellos se llama Mercia, pero se hay otro pero de el no se nada.

-Conque Mercia eh...- Veo como traga saliva- He conocido a muchos lideres, pero resulta que son lideres de grupos minusculos, no de la orgnizacion entera- Niega con la cabeza y se le espaga una ligera risita- Ahora todo tiene sentido entonces.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora