Todos habíamos decidido en ir a comer a un lugar alejado de la gente y lo agradecí enormemente, no quería hacer enojar más a la empresa o al padre de Siwon.
Nos habíamos subido a las camionetas negras, las cuales nos llevarían al famoso lugar del que todos hablaban.
Siwon había tomado mi mano todo el camino mientras que yo recargaba mi cabeza sobre su hombro y aguantaba las ganas de llorar, deseando poder quedarme en esa posición un poco más.
Todo me parecía tan injusto en estos momentos, me parecía injusto que Siwon y yo fuéramos de diferentes países, que nuestros hogares se encontrarán a miles de kilómetros a distancia y que además gente externa tuviera el derecho de decirme que nunca iba a poder estar con él. También estaba el asunto del servicio militar, no entendía porque me lo había ocultado todo el viaje cuando me lo había podido decir desde hace mucho y no estaría tan enojada.
¿Por qué tener ser tan misterioso y no hablarlo conmigo claramente?
El enojo que había sentido hace una hora volvió a surgir, era un enojo hacia la difícil situación y no sabía como calmar todos estos sentimientos encontrados que traía encima, pero prefería concentrarme en estar enojada a que tener ganas de llorar todo el tiempo.
Finalmente llegamos al restaurante, estacionaron las dos camionetas en las que íbamos y bajamos.
— ¿Ya te sientes mejor? — Siwon me apartó del grupo para que pudiéramos tener un poco de privacidad.
Alcance a asentir, antes me hubiera parecido demasiado tierno que estuviera tan al pendiente de mí pero ahora comenzaba a odiarlo porque solo hacía que lo amará aún más, las ganas de llorar habían vuelto, así que tensé la mandíbula para aguantarme y volver a asentir.
— ¿Segura estás bien? — volvió a preguntar insistentemente.
— Si — sonreí forzosamente — seguramente cuando coma algo me sienta mejor.
— Está bien.
Tomó mi mano y volvimos a caminar.
Y fue cuando otra realidad me pegó justo en el estómago, no lo había pensado antes por toda la información que había tenido que procesar pero ahora que mi cerebro había terminado de asimilarlo la pregunta surgía como un volcán en erupción.
¿Cómo le diría que me iría mañana?, ¿Cómo le explicaba que no tenía opción y nuestro tiempo juntos se había terminado?
Las nauseas que había sentido en mi habitación habían regresado, podía sentir como mi corazón latía rápidamente, como mi cuerpo se sentía tan débil y sin ánimos.
Tomé la mano de Siwon con fuerza, buscando en algo con el cual sostenerme.
—¿Anna? — escuché la voz de Donghae.
Lo miré con el ceño fruncido.
— ¿Te encuentras bien? — fue el turno de Leeteuk de preguntar al observarme.
— Estas terriblemente pálida — Ryeowook se acercó alarmado.
— ¿Quieres regresar al hotel? — Siwon ya había apartado su mano de la mía para posarse en mi espalda baja y mi brazo.
Sosteniéndome por si terminaba en el suelo, y volví a agradecerlo enormemente.— Solo tengo hambre — sonreí forzadamente, mi plan de hacer como si no pasará nada, no estaba funcionado en lo absoluto.
Ahora todos estaban preocupados por mí y yo no podía expresarles que es lo que en realidad me sucedía.
Nos dieron una mesa y todos caminamos a esta pero noté que me miraban de reojo por si algo me llegaba a suceder, Siwon seguía sosteniéndome y lo agradecí porque no sabía si sin su ayuda iba a poder caminar bien.
ESTÁS LEYENDO
Woke up in Japan (Siwon) *EN EDICIÓN*
FanfictionAnna Bull es una escritora y compositora bastante famosa detrás de cámaras, conoce a gente importante y tiene amistades con muchas personas famosas. Un día decide hacer el viaje que se prometio que haría desde pequeña, ahí conocerá a Siwon Choi...