Seis meses antes...
"Tell me something,boy
Aren't you tired tryin' to fill that void?
Or do you need more?
Ain't it hard keepin' it so hardcore?
I'm falling
In all the good times
I find myself longing for a change
And,in the bad times,I fear myself..."
Estoy tan centrado en la letra de la canción que suena en mi coche que estoy a punto de saltar la salida de la autopista.
Reacciono y hago una maniobra un poco brusca cortándo el paso al coche que venía por el primer carril y, ya ralentizando por la vía de servicio, busco con la mirada el otro coche para asegurarme que no pasó nada.
Levanto el brazo en señal de disculpa y veo al otro que está gesticulando enérgicamente.-Malditos italianos, me digo sonriendo.
Me olvido rápidamente de mi "amigo" y sigo las indicaciones para entrar en el pequeño pueblo que, unas horas antes, mirando el mapa, había elegido como punto para pasar la noche.
Repaso mentalmente los "pro" de mi elección.
Está más o menos a mitad de camino hacia mi ciudad.
Es la última localidad antes de cruzar la frontera con Eslovenia, y lo más importante, la comida italiana es una apuesta segura;no estoy para probar cosas nuevas.
A saber, qué me darán de comer en el país vecino.
Antes de entrar en el pueblo, hay que cruzar un puente que ofrece unas vistas increíbles.
Situado a los pies de las montañas, rodeado de bosque por tres lados.
Los tejados rojos estan armonía con el resto de paisaje y en la lejanía,en la cima de una colina, hay un castillo rodeado de unos muros imponentes.
Decido que, antes de buscar un alojamiento debería dar un par de vueltas de reconocimiento.
Dejo atrás el cartel en que pone "Gorizia" y bajo la ventanilla del coche conduciendo despacio.
Inspiro profundamente, llevo cientos de kilómetros con el aire acondicionado puesto y necesito respirar aire fresco.
Huele a hierba.
Y hay una fragancia familiar que me hacer sentir bien.
Y me tranquiliza.
Y lo necesito, necesito tranquilidad,los últimos meses he vivido una tensión brutal.
Antes de darme cuenta estoy ya por las calles del centro.
Son las seis de la tarde y hay gente en las terrazas.
Me apetece un buen capuccino.
Y algo dulce.
¡Unos cannollis!
En seguida me doy cuenta que esos dulces son típicos de Sicilia y estoy lejos de esa maravillosa isla.
Bueno, seguro que habrá otros dulces deliciosos, pero que pena...
Sigo conduciendo y en el lado izquierdo de la calle observo un hotel.
Paro el coche y le echo un vistazo.
Está situado en el casco antiguo y aunque esta recién reformado,el edificio es viejo, probablemente hay una sola puerta para entrar y salir.
Hay pocos sitios para aparcar,el aparcamiento subterráneo cercano no me sirve si necesitaré una salida rápida de aquí.
Además,todas las habitaciones tienen las ventanas hacia la calle principal.
No,éste hotel no me sirve.
Arranco el coche y me dirijo hacia las afueras.
No tardo mucho en localizar otro hotel,éste si,tiene mejor pinta.
Tiene un restaurante en la parte de abajo y un parking muy amplio aunque hay pocos coches aparcados.
En la parte de atrás hay un pequeño jardín,desde las ventanas de la primera planta se podría saltar fácilmente si eso sería necesario.
Dejo el coche aparcado a una distancia prudente y me dirijo hacia la entrada.
Justo antes de entrar por la puerta paro bruscamente y fingiendo que tengo un problema con la maleta,echo un último vistazo en mi alrededor.
Todo está tranquilo.
Como tiene que ser- me digo.
No estoy en ninguna misión.
Es más,tengo prohibido ejercer cualquier actividad relacionada con mi trabajo.
La orden recibida decía eso.
Que tengo tres días para volver a casa.
Estar a disposición de la agencia hasta que todo se aclare.
Hasta que mis superiores y los procuradores militares recopilen toda la información.
Se hicieron muchos errores y todo se torció.
Todavía estarán intentando minimizar las consecuencias para la agencia.
Pero por lo menos, no ponen en duda mi lealtad; Y si así fuera, no tendría el "lujo" de los tres días para llegar.
Tampoco la libertad de eligir el medio para llegar.
Llevo bastante tiempo en este trabajo para saber cómo hubiera acabado todo esto si estarían dudando de mi lealtad.
Maldita sea...
Nos engañó a todos...
¿Como no me dí cuenta antes...?
Si ella pasó por el mismo procedimiento de verificación que un agente antes de ser reclutado.
¿Cómo es posible...?
¿De verdad era culpable...?
¿Fue ella...?
¿Hice lo correcto...?
Joder...
Tengo otra vez esa sensación de culpa tremenda...
Que me come por dentro...-Good afternoon!
Me doy cuenta que llevo un par de minutos frente de la recepción hundido en mis pensamientos.
Totalmente ausento.
Levanto la mirada siguiendo la voz y lo primero que veo es una sonrisa falsa.
Odio la sonrisa corporativista.
Aquella que parece que dice "no somos amigos ni vamos a serlo,pero me pagan para sonreír así que aquí la tienes".
Le contesto en italiano pero la chica detrás de la sonrisa sigue hablando en inglés.
Bueno,en inglés pues...-Necesito una habitación en la primera planta por favor.
-Prefiere que la habitación sea en la primera planta...?
Sólo dos frases y ya parece una conversación de besugos.
-Si,es que tengo mal de alturas-le contesto.
Me parece que por un momento la sonrisa desaparece.
-Un momento por favor-me dice mientras está tecleando en el ordenador.
No,la sonrisa sigue en su sitio.
-Si,tengo una habitación disponible en la primera planta-me dice
Apuesto que tienes por lo menos cinco,pienso.
-Perfecto!
Me pide el documento de identidad y abriendo la cartera dudo por un momento.
Normalmente en estas situaciones uso la documentación entregada por la agencia,con otro nombre y apellido.
Pero en la situación en la que estoy no creo que esto es necesario.
Antes de salir de Madrid pasé por la embajada y mi superior me entregó también mi documentación original.
Mejor usar la mía,me digo.
Bajo la mano al bolsillo y saco mi carné de conducir.
-Habitación 108 señor Alex-me dice la sonrisa
La mando a la mierda mentalmente por lo de "sir" y le devuelvo la sonrisa.
-Muchísimas gracias por todo-le contesto.
Por fin en la habitación.
Esta vez me salto todo el procedimiento de seguridad.
Repasar las posibles vías de escape en caso de peligro,verificar las ventanas y la puerta y instalar los pequeños sensores de movimiento.
A la mierda con todo.
Llevo casi veinticuatro horas en el coche y necesito una ducha.
Abro el grifo y el chorro de agua fría cae sobre mi espalda como un castigo.
Aguanto por unos segundos soltando alguna palabrota que otra hasta que poco a poco el agua empieza a calentarse y una sensación de tranquilidad absoluta me envuelve....
CITEȘTI
Debajo de los tilos
Romance¿Bebí tanto anoche...? ¿Anoche...? ¡Si ni siquiera sé dónde estoy! Con los ojos entreabiertos, estoy intentando ubicarme con la poca luz que se filtra por la ventana. Mi maleta deshecha, mis vaqueros colgando sobre la mesita de noche, la ha...