El cuarto estaba vacío. Ya no parecía mi casa. He estado aquí por horas, o tal vez días. Estaba sucio y lleno de polvo. Estaba otra vez sola en lo oscuro. Me encontraba sentada en una esquina, lejos de la puerta y de las ventanas. Lejos del exterior.
Ví una hoja de enrredadera pegada a la ventana. Juré que no estaba ahí antes. Temblaba con el suave tacto del viento frío que me rozaba la manos. Cuando me acerqué que toqué la hoja, se retorció y me asusté. Parecía como si ya no podía confiar en nada. Estaba a la defensiva. Se sentía como si, como si, esta fuera mi vida. Sola, en un cuarto vacío, entre un bosque vacío, en un mundo vacío.
La hoja se arrastró hasta el techo como si tuviera vida propia. Era una rama de enrredadera llena de hoja que se arrastró por todo el lugar. Las plantas afuera crecían. Salían pequeñas florecillas silvestres por los agujeros del piso.
Con las flores llegaron las mariposas. Dos, tres, cuatro mariposas monarcas revoloteaban de aquí a allá por el cuarto.
----Por aquí, por allá, por allá, para acá....----- Canturreé.
Se escuchó un estruendo tras de mí; la pared donde estaba la puerta se derrumbó sola, dejando ver una hermosa pradera, llena de flores silvestres de distintos colores.
El cielo estaba de vestido de oro y las nubes se mecian, parecía que el mundo se movía lentamente. El Sol se posaba delante de mí con los brazos extendidos y yo caminaba hacia él.
Me paré delante del Sol y lo miraba asombrada. Pense que una bola de fuego a esta distancia me consumiría hasta los pensamientos. Pero no. No estaba ni frío ni caliente y, parecía, podría decir que me hablaba.
Puse dos dedos en mi boca y, caminando más cerca, los extendí al Sol. Ví como les salía sangre, bajaba por todo mi brazo manchando mi ropa hasta los pies. El Sol comenzó a sangrar también.
Sonreí.
Miré mis dedos de nuevo manchados en sangre. Parecía más mermelada de fresas. No me gusta la mermelada de fresas pero era interesante de ver.
----Lisitea, no puedes hacer eso.---- Madre dijo y tomó mi brazo.
----Ven, límpiate.----Mamá tenía un juego nuevo. De cuando en vez me preguntaba quien era. Pensé que era un juego estúpido. Nunca se me olvidaría el nombre de mi madre. ----Alina de luz.----
Y quien soy yo. ----Lisitea. Nombre de luna.----
----¿De luna?---- Frunció ella el ceño mientras limpiaba mi sangre de mi entrepierna.
----Me diste el nombre de una luna.---- Dije observándola detenidamente.
----Mi amor, no puedes tocarte cuando sangras. Huele feo, mira...----
Arrugé la nariz cuando me enseñó el papel mojado. Pude haber jurado que olía a fresas. Me sonrió y boto el papel. Yo me quede pensando en arbustos de fresas. Ni me gustan.
Pensé en el Sol. ¿Porqué el Sol querría que me tocara la sangre?
♢ ♢ ♢ ♢ ♢ ♢ ♢ ♢
No se si se dieron cuenta que paso aquí pero me gustó este cap.
<3
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Imagino Contigo
Poetry"Y bueno, todo el mundo, aunque sea una vez.... se volvió loco por amor."