¿Quien es culpable?

7 1 0
                                    

Ríos, lagunas, quebradas, playas, mares y océanos.

Eso era todo en lo que podía pensar.

Lluvia, agua, lágrimas, lagos.

Salían de mi. Tiraban todo lo que había en medio.

No podía controlarlo y lloraba al ver como te hundías en mi agua; te estaba matando.


Jamás y nunca te haría daño. Ni en los pensamientos. Esto es una mala pesadilla de la que me levanté llorando. Tal y como Mamá Alina me lo había prometido; estabas aquí.

Miré al televisor, me vi a mí.

Te miré, tenías el rostro desfigurado. Más bien, tenías una expresión de preocupación. Estoy acostumbrada a verte feliz. Sé que es por mi pero descuida, si estas aquí, estoy bien. Solo fue un mal sueño.

----¿Qué soñaste?---- Dijiste secando mis lágrimas.

Negué con la cabeza rápidamente, no te lo quería decir. No era necesario saber.
----No es tu culpa.

No es tu culpa no tienes que sentir culpa. Siento- creo que te sientes así. Por la forma en que me miras. No tienes que venir si no quieres porque parece que no quieres y no quiero que hagas algo que no quieras.----- Hablé rápido y me comenzó a doler la cabeza.

Capté algo con la mirada. Había uno más sentado al final del sillón. Era otro tú. Fruncí el ceño.
----¿Eddie?----

----Estoy aquí.---- Dijiste y miraste a ver lo que yo veía. No reaccionaste.

----Ed, solecito, tienes que prometerme una cosita. Algo pequeño, no es nada, ¿si?---- Dije un tanto asustada.

----Dime, ¿que pasa, Lisi?---- Me miraste otra vez preocupado.

----Necesito que me prometas, y júralo por Dios, prométeme que no te estoy ahogando....---- Dije con un par de lágrimas rodando por mi mejilla.

----....No, no me- no. Todo está bien. Lo prometo.----

----¿Seguro? Porque veo que estas bajo agua ahora mismo, y es culpa mía. Es culpa mía haberte traído hasta acá. Lo siento. No quería hacerlo.---- Lloré más fuerte. No sabía que hacer. Estaba triste pero si no lloraba sentía que me iba a desmayar. Y si lloraba, te ahogaba.

----No es culpa tuya, Lisi. Vine por que quise.---- Dijiste halándome a un fuerte abrazo consolador.

----Siempre me miras así y no me gusta, quiero que sonrías. Como cuando nos conocimos, ¿recuerdas? Tampoco es que seas un ruiseñor pero ahora creo que eres más infeliz conmigo que sin mi.---- Me aparté y tomé tus manos en las mías que temblaban de dolor.

----Dime, ¿te sientes vivo?----

----No entiendo, ¿que quieres decir con eso?---- Me miraste fijo tratando de comprender.

----¿Te sientes bien conmigo? ¿Bien, vivo, sano, feliz? Cuando Mamá Alina, Alina de luz, te llamó para que vinieras, ¿qué pensaste? ¿Qué sentiste? Porque, porque se que a veces hacemos cosas para que el otro este bien pero, esto es mucho. Yo, yo no estoy bien. Lo sé. Pero quiero que tú lo estes.----

Seguiste mirándome, pensando en las palabras exactas porque hablar con una loca no es fácil. Hasta yo lo sé. Pero te quedaste mucho tiempo pensando, lo único que pudiste decir fué pensé.

----Ed....---- Te acaricié la cara.
----Sabes que estoy loca, ¿no?----

----No lo estás.---- Dijiste, pero solo lo hiciste para no hacerme sentir mal.

----Si lo estoy. Pero, no sabes exactamente que me pasa, ¿no es así?----

----A ver, dime. ¿Qué te pasa?---- Te acercaste y pusiste esa cara de nuevo. De concentrado.

----Te veo cuando no estás.---- Me encogí de hombros.

----Por alguna razón ya mi mente no funciona como antes. Y, y- en medio de todo esto, ¿sabes lo mejor que hay entre esta.... esta demencia que me ha caído encima? Verte.----

----¿Verme?----

----Te veo en los reflejos. En el espejo y en el televisor. Te vi sentado allí un par de minutos. Habían dos tú. ¿Ves? Cada- cada vez que mi mente me ataca, tu siempre me salvas. Te veo y te escucho, como si fueras mi ángel. Tal vez lo seas. Hablé con Dios la otra vez y le pedí que te mandara. Lo ha estado haciendo. Pero dime, solecito, ¿cómo te hace sentir eso? ¿Te hace sentir importante? ¿O te hace sentir atado? No, quiero, que hagas algo, que no, quieras. Me hace sentir egoísta. Esta bien si no quieres seguir viniendo. Te veré como quiera.----

Era una confesión sumamente a otro nivel. Estabas tan asombrado, como si mis palabras te aturdieran. Lo entendí. Era algo fuera de lo normal y te di tu tiempo para que lo comprendieras. Para que comprendieras mi locura. Para que comprendieras que mi amor. Que es tan grande que ni siquiera el órgano más poderoso de mi cuerpo te podía negar.

----Lisitea, ven.---- Me sobresalté al escuchar a Mamá Alina llamar desde la cocina. Tenía el pote blanco en la mano.

Fuí donde ella, quien me recibió con una media sonrisa. Tenía sueño. Me dió dos capsulitas y una botella de agua medio llena. A veces no me gustaba beberlas porque no podía hablar con mi ángel.

----Lisi,---- dijo mamá sutilmente.
----Nadie tiene la culpa de lo que te pasa.----

Asentí y miré atrás. Estabas con el ceño frunció mirando el teléfono. Me miraste, sonreíste. Y yo sonreí también.

No te ahoges por mi, por favor. Jamás me perdonaría.

Lo Que Imagino ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora