era jaemin que me quería convencer de entrar al aula. era el primer día de clases, todos estaban adentro menos nosotros dos.
—ren, hay que entrar, al menos siéntate conmigo
no podía rechazar esa oportunidad.
los lugares con mucha gente me asustaban, había mucho ruido y me mareaba. afortunadamente jaemin siempre estaba ahí y me tranquilizaba, escuchábamos música juntos y el me abrazaba a veces, el era el único que lograba relajarme.
para mi suerte, la primera semana de clases siempre salíamos temprano y mi sufrimiento no era tanto.
— ¿vamos a mi casa, ren?
asentí y así fuimos a la casa de nana. compartíamos unos audífonos, yo usaba el del lado izquierdo y jaemin el derecho. llegamos a la casa de jaemin y su madre, como siempre, nos saludó.
— vamos arriba, quiero hablar de algo contigo.
fuimos al cuarto de jaemin. dejamos nuestros zapatos al lado de la cama y nos acostamos juntos.
— ví que en las clases nunca prestas atención. estás escribiendo cosas o dibujando. hoy en el receso, ví tu cuaderno...
me levanté, y me senté en la cama mirando a jaemin con una mueca de angustia y miedo por lo que iba a decir. ¿qué habrá leído?
— escribes cosas muy... hermosas. siempre son sobre alguien, no sé si es ficticio o de verdad sea alguien, pero me siento celoso.
mi corazón latía muy rápido, nadie me había dicho eso.
— la forma en la que escribes, es muy linda. describes cada detalle muy bien. respetas cada punto y regla de ortografía. se ve que te gusta hacerlo.
asentí totalmente sonrojado.
— también ví que hay un dibujo al final de cada texto. y de nuevo me hace dudar, siento que se parece a alguien. y si tengo razón con ese alguien, lo debes amar... wow, que envidia...
me acosté al lado de el y lo abracé, pude sonreír sinceramente. con el siempre sonreía así.
— ¿nunca pensaste en publicarlos? ¿o mostárselos a alguien?
— no realmente, me daría mucha vergüenza. me cuesta hasta contigo.
— no debería costarte. renjun, tienes mucho talento, eres demasiado talentoso. no tenía idea de que escribías, ni dibujabas. tienes una habilidad preciosa que no todos pueden conseguir. ¿no te das cuenta? haces arte, ren, eres arte. dios, ¡no se como decirtelo! estoy en shock.
yo solo contemplaba su sonría, su sonría era hermoso, como el. lo admiraba, lo amaba.
— ¿de donde sacas tanta inspiración? ¿o de quien? me gustaría saber, iría con esa persona y le diría gracias.
había olvidado eso; que el no sabia sobre que, o mejor dicho, quien, escribia. ¿tengo que decirlo? es jaemin. jaemin es mi inspiración, el es mi todo. yo siempre, siempre, escribia sobre el. pensaba que el nunca se daría cuenta, y bueno, en algún momento se tenía que enterar.
— ¿de... de verdad quieres saber quien es?
— ¡definitivamente si!
— ¡eres tu, tu eres mi inspiración! jaemin, tu eres mi todo. siempre estás conmigo, siempre, nunca me dejaste solo. me cuidas, me haces sentir amado. tu eres mi inspiración, tu eres esa maravillosa persona sobre la que escribo, sobre la que dibujo. tu eres la persona que más amo, jaemin. ¡pensé que nunca podría decirlo! te admiro... te amo, jaemin.
mi voz se quebraba, estaba al borde del llanto. jaemim me abrazó y eso terminó conmigo, estallé en llano y lo abrace más fuerte. nunca había amado a alguien como amaba a jaemin.
— ren...
— ¿si?
— te amo.
— yo más.
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