La mano fría de Minghao se entrelazó con la suya, ambos sumergidos en el cómodo silencio de la habitación oscura. Los ojos de Jun estaban perdidos, no podría saber si estaba mirando la cama o las delgadas piernas del chico que estaban extendidas sobre ella, de cualquier modo no se preocupó por ello concentrándose en solo sentir su presencia ahí.
La cabeza de Minghao reposó en su hombro, el lindo chico acurrucándose cariñosamente, mientras que el corazón de Jun estaba luchando por no caer. Tembló un poco causa de un escalofrío que subió por su espina dorsal.
Sintió la necesidad de proteger a Minghao, de encerrarlo en una burbuja para que nadie más a parte de él pudiera acercarse. Soltó una pequeña risa al darse cuenta de que no había nada más dañino que el mismo Jun. Entonces quiso ser el único capaz de destrozarlo, decidir si quería mantenerlo tan frágil y perfecto o simplemente deseaba tirarlo y romperlo hasta que no quedara nada para nadie más.
"JunHui, tus pensamientos son un asco" Se dijo a si mismo. "Solo decide y ya"
—Me gustas. — Murmuró Jun. —Incluso te quiero.
Minghao pareció entender sus palabras, pareció encontrar el hueco en ellas y escavar sobre lo aparente para llegar al verdadero significado, pero no dijo nada, se mantuvo en silencio sobre el hombro de Jun.
—¿Qué te gusta de mi?
Esa era una buena pregunta, un sustituto para otra.
—¿puedo decir que todo?
—No
—Entonces olvídalo, no me gusta nada.— Su tono de voz fue tan ligero que escuchó una pequeña risa de Minghao. —Me gustas, eso es suficiente.
—¿Por qué?
—¿necesito una razón?
Minghao apenas y se alejó un poco, golpeando sus labios juntos y sorprendiendo un poco a Jun. ¿desde cuándo el chiquillo tomaba iniciativa? Deshizo el pensamiento como una nube de humo y se hundió en el suave rose, disfrutando del tacto lento y cálido del menor.
—Yo soy el que la necesita.— Jun encajó sus ojos en los de Minghao.
Él entendió.
—Quítate la ropa.
ESTÁS LEYENDO
Íntimo [JunHao]
FanfictionNo hay nada más íntimo para Jun que Xu Minghao, el alumno de intercambio que fue dejado en sus manos para que este pudiera adaptarse.