Capitulo 3 *Cita*

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Pasó un mes y su comportamiento era bastante normal, más de lo normal diría yo, eso me daba más miedo, no me gritó en todo el mes, no me exigió trabajos de semanas, no me hizo bullying cibernético, era raro. Al fin iba a tener un fin de semana tranquilo después de tanto, iba a descansar sin preocuparme del trabajo o del ciberacoso de Connor, todo iba bien hasta que:

"Pequeña quiero verte"

-CARAJO- grité.

Cómo es que quiere verme en mi maldito día de descanso, esto no estaba pasando o si, no sabía qué responder, mi teléfono volvió a vibrar:

"Por favor, no me ignores, quiero verte, y yo sé que no tienes otra cosa importante que hacer, solo ver netflix y estar tragando helado"

Ósea tenía razón el maldito, no hacía otra cosa más que eso, no tenía tantos amigos en mi círculo social, y Elena estaba fuera de la ciudad en un viaje de negocios, carajo, carajo, me dije a mi misma, y ahora:

"Está bien Connor, te veo en el bar de Tom's en 1 hora"

Era mi oportunidad de llegar tarde o tal vez dejarlo plantado, no me imaginaba estar con mi jefe tomando una cerveza, ósea y si se la volvía a derramar, claro que el alcohol y yo nunca nos llevamos en nada, me pone mega estúpida y hablo puras incongruencias, pero tenía que tener el valor de hacer esto, se había estado portando muy bien en este mes, vale solo es viernes por la noche y listo, el fin de semana libre.

"Agarra valor Danna" me dije a mi misma mientras me veía en el espejo, "Solo una cerveza y regresas a casa a dormir" me volví a decir mientras tomaba la perilla y ponía la llave para cerrar la puerta. Ya eran las 9:00 pm y nuevamente Connor lo volvió a hacer, se suponía que era yo la que planeaba dejarlo plantado o dignarme a llegar tarde, pero no, Connor siempre lo hacía:

-Otra vez te hice esperar verdad?-

-CARAJO!- Exclamé furiosa-

-Carajo, Al menos un Hola, señorita- dijo molesto.

-Sabes más que nadie que me estresa y me pone en crisis que alguien me hable por la espalda- le dije volteando a verlo.

-Lo sé, pero si te vieras, pareces como Gato mojado- exclamó sentándose frente a mí.

Connor se veía diferente, no tenía ese aire de Jefe frívolo y cruel, se veía más calmado, más humano en cierta parte, me daba más miedo.

-Una cerveza por favor y para la Señorita una piña colada sin alcohol-

"QUE!?!" Me dije a mi misma, este imbécil...

-Pero porque ordenaste por mí?- pregunté.

-Pues porque te fuiste al limbo, como siempre lo haces- dijo, clavando su mirada al menú y riendo pícaramente.

-Puedes por lo menos pregúntame, no te haría daño alguno- le dije poniendo el menú entre él y yo, para no verlo

-Tranquila Danna, no estoy para atacarte o algo, solo quería convivir contigo y conocerte un poco más, es todo, en la oficina siempre te presionas mucho y no te relajas como debe de ser, disfrútalo no te estreses- dijo tomando mi menú y bajándolo para verme a los ojos.

-Bien Connor, solo no fastidies, como siempre lo haces- le contesté volviendo a subir el menú.

La noche realmente fue muy tranquila, Connor se tomaba la osadía de pedir mis bebidas sin alcohol, mientras él se ponía estúpido, pero no podía negarlo, en el fondo Connor no era mala persona, tal vez en el trabajo tenía que mostrar una figura de superioridad y a fuera solo era el, Connor.

-La cuenta por favor- le dijo al mesero que iba pasando cercas de la mesa -Yo invito Pequeña- me dijo tomando mi mano, antes de que sacara mi monedero.

-Gracias- Sonreí nerviosa.

-No es molestia- contesto sonriendo.

A las afueras del bar la noche se miraba muy fría pero bonita "Rayos las 2:00 am, pero que carajos estuvimos haciendo, ósea solo hablamos y hablamos" me dije viendo mi celular y esperando al que el valet trajera el carro de Connor para yo poder irme caminando a casa, solo quería irme y dormir hasta el lunes en la mañana y olvidar esta penosa cita, espera, si era eso una cita... No puedo creerlo...

-Deja de inundarte en tus pensamientos y sube al carro, te llevo, no dejare que te vayas sola caminando-

-No, vivo a dos cuadras, estaré bien- exclamé nerviosa.

-Insisto sube al carro, o si no, yo mismo te subo- me retaba con su mirada, solo suspire y me subí.

-Y bien, vives en Tercera Street y Sídney, es correcto no?- me preguntó.

Pues claro que era correcto, carajo, un jefe acosador para acabarla, no podía creerlo, sabia donde vivía, sabía lo que me gustaba, sabía todo acercas de mí, pero, yo no sabía nada acercas de él, era como un misterio.

-Si, en la casa azul, con una bici afuera- dije bajando mi mirada, poniendo mi vista muy fija en mi bolsa, no quería ni verlo, pero esto me daba curiosidad.

-Listo, llegamos, muchas gracias por esta noche Pequeña- Dijo abriendo los seguros del carro.

No quería quedarme con la duda, quería saber el porqué de esta cita?, por qué yo?, era muy raro, primero me trataba mal y ahora era muy amable conmigo, acaso seré una apuesta? Su burla!, este animal que estará pensando.

-Connor, puedo preguntarte algo?- dije sin quitar la vista de mi bolsa.

-Claro- me contestó sin titubeo alguno.

-Por qué me dices Pequeña?- le pregunte mirándolo.

-Pues, porque no mides más de 1.50 cm y pareces un hobbit salido del señor de los anillos, aparte de que cuando haces tus berrinches te ves tan simpática, te deberías de ver, tu mirada de furia y retadora, eres a veces tan simple que no te das cuenta de lo valiosa que eres-

"ESPERA QUE!?!?!" Acaso oí bien... Dijo Simpática, diablos Connor me tenía más anonadada, más que el suspenso de mi serie favorita.

-Eso piensas de mí?- le pregunté clavando mi mirada en sus ojos.

-Claro, siempre te he visto así, desde que comenzaste a trabajar, obligatoriamente conmigo, se podría decir así- soltó una pequeña risa.

-Espera Connor!!!- Grite- Me confundes y mira sabes que, gracias, gracias por traerme, el lunes hablamos- Abrí la puerta del carro y al bajarme, sentí como me tomo del brazo.

-Esto no es un juego, que te quede claro Danna, no lo tomes tan personal, porque esa es la maldita manía que tienes- Ahí estaba nuevamente el Connor frío que yo conocía en mi trabajo, no dije nada solo lo observe por un momento, era como si quiera retarme con su mirada a contestarle alguna estupidez digna de mí.

Termine de bajar de su carro y solo cerré la puerta, ya no dije más, mire como se iba de mi casa, hasta que dio la vuelta en la esquina, me dejo sorprendida, tal vez eran las cervezas que traía encima o simplemente me dijo lo que piensa en sí de mí.

Entre a casa, avente todo lo que traía encima, y me recosté en el sofá, por mi cabeza no dejaba de escuchar esa palabra, simpática, era simpática para él, aparte de que me tachaba de Hobbit, eso era un insulto para los Hobbit, no tenía cómo excusarme ante tales palabras, siempre me dejaba así, con dudas, y no podía ponerme a preguntarle a diestra y siniestra sobre lo que siente, era mi Supervisor y nada más, no más, no menos, a parte como se iba a fijar en alguien tan simple y en cierto modo tan inútil, ya bastante tenía con mis problemas, que solo quería dormir.

-Bien, disfruta de tu fin Danna, no te queda de otra- me dije a mi misma poniéndome la almohada en la cara a punto de querer asfixiarme yo sola -Descansa-.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora