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Ajusté la correa de mi mochila y suspiré mientras entraba con todos al patio del colegio. Por poco, llego tarde, hacerme la idea de afrontar a mis compañeros tras esa publicación me llevo muchas respiraciones lentas.  Le sonreí a la portera y caminé para formar en cualquier fila. Como en todo los cuartos de secundaria, hacían un sorteo para repartirnos en dos cursos, A y B de economía. Apreté un papel que se encontraba en mi bolsillo y moví mis ojos por todas las cabezas. Me sentía perseguido mientras trataba de encontrar a Ziggy. Sentía que todos los murmullos iban hacia mí, que reían, que me miraban mal. Ziggy apareció en mi campo de visión y trate de calmar mis palpitaciones. Me sonrió y movió sus labios. Asentí a todo lo que dijo sin poder comprender. Me tomó del brazo y pude recobrar mi capacidad auditiva.

-... para que puedan sortearnos, espero que quedemos juntos -frené mi pasó en medio de la rampa. Ziggy se giró sin sacar el brazo del mío y me miro sin entender.

-Que.. habías dicho? -Ziggy rodó los ojos y comenzó a caminar de nuevo hacía abajo por la rampa. Al gimnasio. 

-Shawn, para un poco... no me gusta que me boludees, te dije que tenemos que ir al gimnasio para que nos sorteen, dah -bajos las escaleras para entrar en el. Mire a las gradas y estaban todos mis compañeros y los administradores de la página de la escuela, me miraron y señalaron mientras murmuraban algo. Me sentí más pequeño y era un estupidez, teniendo en cuenta que los doblaba en tamaño. 

-Buenos Días, alumnos -el director comenzó a hablar junto a la vicedirectora mientras que esta sostenía una bolsa lleno de papelitos con nombres-, como sabrán, los vamos a sortear para que esta última etapa de secundaria, conozcan mucho más sus compañeros y a los nuevos que ingresaran mañana -se inclino a un costado y miro a la vicedirectora-. Betty, me haces el favor?

-Niños, vamos a ir dictando oralmente los nombres que saquemos y se iran repartiendo en uno en uno. A, B, entienden? -un coro de "sis" se oyeron por parte de todos. La mujer asintió y comenzó a sacar los papelitos. Ziggy apretaba mi brazo y mi estómago empezaba a hacer demasiado ruido. Un par de ojos pararon en mí y desvié mi mirada hacia otro lado.

-Shawn, desayunaste? -la chica a mí lado, me miró con preocupación. Reí nervioso y asentí.

-Siempre desayuno, Ziggy, por qué la pregunta? -le estaba mintiendo a mi mejor amiga y me hizo sentir un disgusto en la garganta. O era que me estaba muriendo de hambre?

-Bueno, pero...

-SHAWN MENDES -la voz de la vicedirectora sonó interrumpiendo a Ziggy-. B! -bajé las gradas y caminé a la segunda fila de la izquierda(mi derecha). Me puse al final de todos mis "nuevos" compañeros de curso y esperé. Ziggy tenías las manos entre sus muslos y las apretaba entre sí. Me sentía igual de nervioso. La mayoría de las personas delante mío, estaban hablando con otras, celebrando o hasta llorando. Apreté la correa de mi mochila que cruzaba mi torso y esperé. 

-Zimena Gyrola -sabía que seguía. Lo sabíamos. Me miro con disculpa antes de que dictaran la letra-. A! -Ziggy se bajó de las gradas y camino hacia su fila. Listo, llego el final de mi vida.

-Bueno, Alumnos. En la semana se les pagará en el pizarrón los horarios oficiales, por el momento, saldrán a las onces con cuarenta y cinco minutos y Graciela Pot, la preceptora, los acompañará a sus aulas, espero que ninguno se cambie de curso, porque las listas ya están y cualquier inconveniente habrá sanción.

La preceptora comenzó a guiarnos donde ya sabíamos llegar. Ziggy se acercó rápidamente a mí y me dio un abrazo. Sus manos no llegaban a enredarse en mi espalda. Me soltó y volvió a su aula. Respiré, tratando de opacar el vacío en mi estómago y entré en mi curso. 

Un par de ojos se alojaron en mí y pasé directamente hacia el primer banco de la última fila. Sin necesidad de ver a nadie. No sé cómo iba a hacer sin Ziggy. Me siento indefenso, ella era mi ancla.

-Niños, me dijeron que los tengo a esta hora. Soy Anna Nuñes y soy la profe de Historia -dejó su bolsa sobre el escritorio y se apoyó sobre este. Mirando alrededor, escaneandolos hasta que sus ojos pararon en mí-. A muchos de ustedes los tuve el año pasado, puedo reconocer un para de caras, y me van a odiar, niños, pero los voy a cambiar de banco -un par de quejidos se escucharon en coro y me hundí más en mi silla, ocultándome detrás de mi bolso que estaba encima del pupitre.

-Bien, tengo una lista, mas o menos, así que, por sus nombres los iré cambiando -se escuchó un breve silencio, apreté mi cabeza contra el bolso-. A ver, Shawn Mendes, quien es? -elevé mi cabeza rápidamente del pupitre y la mire suplicante-. Sos vos, no? -asentí. Volvió sus ojos a la lista garabateada con nuestros nombre-. Mmm, Lara Lonson, al lado de Shawn, rápido, así podemos conocer un poco de Historia -la chica nombrada camino hacia el banco que estaba a mi lado. Tiró su mochila al piso y me miró. Lara, la conocía, solía estar en todos lados y con quién sea, a veces, compartía un par de palabras con Ziggy, pero se mantenía aislada con sus amigas. Me sonrió. No hice lo mismo.

-Hola -se inclinó para sacar las cosas de su mochila y las colocó sobre el pupitre.

-Hola -respondí y un sonido resonó en lo más profundo de mi ser. Un ruido se oyó en mi garganta. La noche anterior no había llegado a comer porque mi mama no cocinó y debía hacerlo yo, y cómo no había encontrado nada(porque no quise moverme mucho), sólo me dormí más temprano de lo usual. Lara me miro con una sonrisa.

-Tienes hambre? -me avergoncé ante su pregunta. Un gordo tiene hambre, que ironía. Negué y miré mi carpeta para empezar a garabatear con mi lápiz. La profesora interrumpió cualquier cosa que pretendía decir y la primer clase empezó media hora tarde.


¿Que les parece?

Sigo?


Gor-Shawn[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora