Aquel curso Marta estaba muy segura de que iba a ser igual que todos los otros. Estaba segura de que nada iba a cambiar, de que todo iba a seguir igual, y que iba a seguir teniendo a los mismos amigos. Comenzó el curso con muy buen pie, había hecho nuevos amigos, aunque seguía con sus amigas, también había hecho un nuevo amigo. Mark. Este se hizo muy buen amigo de Marta, lo hacían todos juntos, que mucha gente llegaba a pensar que eran novios. Pasaban cada tarde juntos haciendo los deberes y divirtiéndose un poco. Marta pensaba que él era perfecto, pero nunca se imaginó que él estuviera colado de ella. Mucha gente se lo decía, pero ella no lo creía. Marta se sentía muy bien como estaba y nunca había pensado como sería su vida, con él. Pasaban grandes tardes comiendo helados con un poquito más. El helado que ellos mismos se lo habían inventado. Ese helado que nunca faltaba, y que era muy especial para los dos. Consistía en poner, tres bolas de diferentes helados, y echarle muchos toppings, como chocolate, caramelos, gominolas y algo más. Cuando uno de los dos se encontraba mal, siempre se hacían sentir bien, se inventaban bromas y se hacían sonreír el uno al otro. Aquello parecía una gran amistad, y de hecho lo era. los dos se querían mucho, aunque él de otra manera más especial. Pero por el momento solo eran amigos.