Capitulo 37.
Tristán.
— Espera... — Me agache, Gabriela se apoyó en mi hombro y le retire el zapato del pie izquierdo.
— ¿Son nuevos? — Pregunté.
— Los compre en la tienda de los zapatos asesinos. ¿Recuerdas?
Sonreí mientras cambiaba de posición para quitarle el zapato del pie izquierdo. Una vez descalza, tome su mano y corrimos hasta el estacionamiento.
— ¿Dónde esta tu auto? - Preguntó ella, viendo a todos lados.
— Bueno, verás, mi auto se averió.
Gabriela subió ambas cejas, confundida.
— ¿Entonces, cómo nos iremos a casa?
Presumí mis dientes blancos con una sonrisa juguetona.
— Iremos sobre Herbie.
Caminamos unos cuantos pasos hasta dar con mi bicicleta. Gabriela abrió los ojos como platos.
— Solo veo un sillón.
Me eche a reír.
— Estas en lo cierto. Herbie solo tiene un sillón.
Me volteo a ver con sorpresa.
— ¿Dónde iré sentada?
Me encogí de hombros mientras imaginaba la escena en mi mente.
— Iras sobre el manubrio.
El rostro de Gabriela se volvió rojo y me dio un golpecito en el abdomen.
— ¡Pero llevo puesto vestido! — Dijo, intentando alargar su falda. Para mi suerte, no pudo.
— Tus piernas se alegran de verme. — Dije al mismo tiempo que una ráfaga de aire nos envolvió.
Gabriela tembló ligeramente.
— Hay demasiado frio para ir a la intemperie.
Examine como por enésima vez su vestuario de esa noche, y me percaté que aquel trozo de tela celeste no iba a resguardarla del aire helado que cubría la velada.
Me quite el saco y se lo pude encima, la abrace y le di un beso en la mejilla.
— Mi saco te cubrirá. — Le sonreí —. Además, paciencia, que pronto entraremos en calor.
Gabriela se sonrojó aun más y, para que no viera su expresión, rápidamente tomo asiento sobre el manubrio de la bicicleta.
Me monte en el asiento triangular, posicione las manos en ambos extremos del volante y me acerque al oído de Gaby.
— No temas, cariño. Te cuidare. — Besé su mejilla —. Sujetate.
En una ágil maniobra pude sacar a Herbie del estrecho espacio donde la había estacionado minutos atrás, retrocedí, gire el manubrio y pedalee con fuerza. En seguida estábamos transitando en plena calle.
Era una noche tranquila, por lo que apenas circulaban vehículos.
Mi incline hacia adelante para revisar la expresión de Gaby.
— Abre los ojos. — dije.
Ella negó con la cabeza.
— Es hermoso el panorama. — Trate de convencerla.
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THE CONSTELLATION IN YOUR BODY (Counting the stars #1)
Ficção AdolescenteGabriela y Tristán son mejores amigos desde pequeños, entre ellos surgió una química irrepetible. Solo hay un problema, el asombroso y abusivo novio de Gaby que trata de mantenerla presa de sus encantos. Gabriela tendrá que caer al infierno, justo a...