Capítulo 12

8.9K 643 109
                                    

🥺 Por favor no me matéis, he tenido mucho lío y no he podido actualizar, pero aquí os traigo un capítulo un poco más largo de lo normal.

Hermione se despertó con la genial sensación de que era sábado y miró a Draco detenidamente, parecía un ángel dormido ¿Quién podría imaginar que de aquella boca salían las más tremendas groserías? "Y a ti te encanta que te las diga" le susurró la horrible voz de su cabeza. Los mellizos se despertaron y gritaron con todas sus fuerzas para que los oyeran, Hermione se levantó y los arrulló un poco, Hermione escuchó un incesante golpeteo y al mirar hacia su ventana vio a la lechuza de Ginny. Abrió y leyó lentamente la mala caligrafía de su amiga:

What's up bitch?
Oye adivina quién tiene entradas para ver
a la arpías de Holyhead contra puddlemore united,
puedes traerte a los mellizos y a tu playboy, di que si porfa.
Att: La más sexy de la escuela
Ginny Weasley.
PD: Tranquila Harry y
Ron no vienen

Hermione esbozó una sonrisa y planeó rápidamente el día lo primero que hizo fue comentárselo a Draco el cual accedió encantado de poder ver a su equipo favorito en acción, después vistió a los mellizos a Altais con un vestido que la hacía lucir totalmente adorable y a Scorpius con un traje a conjunto, mientras ella los cambiaba Draco esperaba pacientemente a que acabase apoyado en el marco de la puerta.
–¿Qué tú también quieres que te cambie?–preguntó Hermione divertida.
–Si tanta ilusión tienes puedes desnudarme–contesto maliciosamente el rubio.
–Anda calla y cámbiate.

Al llegar al partido ambos mellizos vieron un puesto de ranas de chocolate e instantáneamente comenzaron a tirarle de la falda a Hermione para que los llevase hacia el puesto y les comprase dos ranas a cada uno (De chocolate claro).
–Mamá, por favor mamá, es mi mador fefeo–suplicó la pequeña haciendo morritos.
–Se dice: Mi mayor deseo–le rectificó Hermione pacientemente.
–Mamá ¿Podemos por favor comprar dos ranas de chocolate?–pidió Scorpius cuidando su pronunciación.
–Lo siento chicos, pero acabáis de desayunar–dijo Draco salvando a Hermione de un enorme apuro.
Scorpius insistió un poco más mientras su melliza se quedaba totalmente quieta, al ver que no funcionaba volvió con su hermana y la miró de reojo. Se podría decir que se comunicaron telepáticamente cuando Altais, igualmente enfadada lo miró y torció un poco su adorable cabecita mientras Scorpius negaba lentamente. Entonces llegó. Altais echó su pequeña cabecita hacia atrás y chilló, chilló como si alguien la intentara asesinar mientras su hermano reía ligeramente.
–Tranquila Altais, no grites–le susurró Hermione tan acostumbrada al silencio.

Cuando por fin paró ya había empezado el partido y debieron de correr todo lo rápido que pudieron para no perderse el principio.
–Que malos sois–les dijo Hermione tratando de contener la risa al ver que la carita de Altais se había puesto morada de tanto chillar.
–Toda una Malfoy. Yo hacía lo mismo cuando era pequeño–se mofó Draco.
–Si y aún lo sigues haciendo.
–Presiento que esta vez no me va a funcionar.–Hermione simplemente asintió muy convencida ante su afirmación
–¡Vamos Arpías!–gritó Hermione sorprendiendo enormemente a Draco, el cual no conocía el lado arpía de Hermione.
–SIIIIII–chilló Ginny tirando del brazo a Hermione, mientras los bebés sólo las miraban sorprendidos por su entusiasmo, pronto los bebés se unieron a su alegría y comenzaron a chillar emocionados.

Tres horas después las Arpías atraparon la Snitch y ganaron el partido 230 a 200, al salir del estadio Hermione y Ginny comentaban el increíble juego de las Arpías. Altais y Scorpius andaban al lado de su madre y de su tía emocionados al ver a tanta gente feliz.
–¿Mami feliz?–preguntó Scorpius al verla reírse tan fuerte.
–Si, mi amor, mami está muy feliz
–Porqué hay ranas de chocolate ¿Verdad mami?–preguntó Altais felizmente mientras relamía sus dedos.
–Si, cariño, tu madre es demasiado golosa–dijo Ginny empujando a Hermione.

Se despidieron en la puerta de su apartamento y Ginny volvió a su habitación, Hermione se dedicó a acostar a los mellizos mientras Draco preparaba la comida.
–Bueno, ya están dormidos–dijo Hermione entrando en la cocina.
–Me ha encantado verte tan feliz hoy–dijo Draco mirando a Hermione y acercándose lentamente.
–¿Qué puedo decir? Soy una gran fan de las arpías.
–Ya lo he visto, bueno, creo que es hora de irnos a la cama.
–Oye Draco
–Mhm
–Yo también he disfrutado mucho hoy, con Ginny, con los bebés y...contigo–Draco se giró y sonrió a Hermione tristemente.
–Yo también me lo he pasado bien, lástima que tenga que terminar.
–...No tiene porque terminar–Draco levantó la cabeza muy rápido y se acercó lentamente a ella, un segundo después sus labios se unieron en un apasionado beso que los llevó a su habitación donde finalizaron lo que ambos habían pensado varías veces.

*Ropa de los bebés en multimedia*

El Proyecto Bebé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora