Louren Bidecast

Capítulo III

Me cuesta volver a la realidad, escucho como dicen mi nombre, pero no puedo abrir los ojos. Intento de hacer un poco de fuerza y me aferro con mi mano a lo primero que encuentro. Ese olor que huele tan bien, parece calmar cada parte de mi cuerpo como una canción de cuna. Giro mi cabeza en busca de más, quiero sentirlo, quiero más, quier...

Abro los ojos y veo que estoy aferrada a la ropa de mi "amigo imaginario" y oliéndolo como si no hubiese comido hace un mes y el fuera una suculenta pata de pollo, si y con papas. Lo suelto enseguida, que tonta soy. N puedo evitar mi cara de horros y me alejo de él lo más que puedo. No, mejor me voy de aquí.

Sí, me iré. Salgo corriendo ignorando los gritos de Helen de que me detenga. No puede ser él, se supone que estaba loca. Tendría que haberme ido lejos cuando tuve la oportunidad ¿Qué hare ahora? Tengo que irme, lo más lejos posible.

cuando voy a cruzar la calle un auto se interpone en mi camino. Rogué a todos los dioses de todas las religiones porque no sea el, pero no funciono. Se bajó del auto y camino hacia mí, sin ningún tipo de problema, como si yo no supiera quien es el.

- Lucy, vuelve sube te llevare devuelta a la tienda – estoy petrificada y lo único que puedo hacer es negar con la cabeza - ¿Por qué no? ¿Qué sucedió? – es broma, sabe que le temo.

- No quiero que te me acerques, no me toques, no me hables – su ceño se frunce, pero no con enojo, sino como si no entendiera – no soy tuya, no voy hacerlo, vete de aquí, no vuelvas y déjame vivir mi vida tranquila.

- Creo que me confundes con alguien más - ¿será posible que haya alguien idéntico a mis alucinaciones? Creo que me estoy precipitando, estoy mezclando mis alucinaciones con la realidad

- Lo lamento – murmuro y me hace señas de que suba.

Que vergüenza, ni se que decirle, ni se como sentarme para que no me vea la cara. Esta concentrado en el camino, no estamos muy lejos. Lo miro de reojo disimuladamente, el parecido es asombroso ¿será que lo he visto alguna vez en mi vida y me ha quedado su imagen para mis pesadillas?

- ¿te conozco de algún lado? – mi voz apenas es un susurro, dudo que me haya escuchado.

- No lo creo – me da una mirada rápida – tu amiga se preocupó mucho cuando te fuiste así de rápido, me comento de tus alucinaciones ¿estás bien? – por suerte no me mira con preocupación, es un extraño ¿Por qué me miraría así?

- Me llamo Lucine Keller – suspira hondo, no entiendo por qué – sé que es raro que me presente ahora, pero dado que te has tomado la molestia en buscarme después de huir de vos, sería bueno que lo hiciera.

- No es molestia – sonríe, es bellísimo, aun en mis sueños lo era, pero en carne y hueso es aún mejor ¿de qué hablas Lucy? Este hombre no es el.

- ¿puedo saber el tuyo? – me mira y parece dudar unos segundos.

- Me llamo Louren Bidecast - ¿Louren?

- Lauren...

- Louren, no Lauren – oh, parece que no le gusta.

- Lo siento.

Estacionamos frente a la tienda y veo a Helen salir corriendo más rápido que un guepardo. Abro la puerta y se me tira encima.

- ¿Por qué demonios te fuiste así? – aprovecho que Louren no está cerca y se lo digo.

- Es igual a él, idéntico – me mira seria.

- Entonces sí que estaba bueno tu "amiguito imaginario", si no te importa, lo quiero – no puedo creerlo.