Serás mi amor (one-short) Remus y Tonks

Capítulo Único

Serás mi Amor

Ya habían pasado casi cuatro meses desde la muerte de Sirius. Todos quedamos totalmente deprimidos con su muerte. Aun no podíamos creer lo ocurrido, el se había ido a través del velo y nadie había perdido hacer algo para impedirlo.

Grimmauld Place había quedado solo y Dumbledore había pedido que nos turnáramos para dormir allí y así no dejar la casa sola en cuanto preparaban a la madriguera para poder volverse el cuartel general. Esa noche había dicho que yo dormiría ahí, así que aquí es en donde me encuentro.

Tonks había sido llevada a San Mungo ya que Bellatrix la había herido de gravedad. Al enterarse de la muerte de Sirius había estado tratando de ayudar en lo que pudiera. Nos había estado levantando el ánimo haciendo bromas, tratando de entablar conversación y haciendo que de una forma u otra sonriésemos. Se comportó muy colaborativa en cuanto a Misiones y esas cosas.

Después de un tiempo en el que Tonks animara a todo el que lo necesitase su humor desvaneció. Ya no era la chica jovial y divertida que recuerdo, su cabello que antes era divertido y le gustaba cambiar constantemente de colores ahora era opaco y sin brillo de color marrón casi negro. Sus uñas las cuales siempre iban pintadas de diferentes tonos ahora no estaban ni siquiera cuidadas. Ya no comía gustoso la comida de Molly ni siquiera cuando era pudin de fresas con chocolate.

Molly y Arthur me reclamaban cada vez que podían por el estado de Tonks, y aunque no lo admita sé que algo de culpa tengo.

Antes de la muerte de Sirius, Tonks me confesó sus sentimientos. Me sentí tan bien al oír eso, me sentía vivo y una chispa de esperanza creció en mi, pero se desvaneció un segundo después al darme cuenta que significaba aquello. La tuve que rechazar al darme cuenta de que ese amor no podía ser entre nosotros.

Después de eso me insistió dos veces más y yo volví a rechazarla. Luego de la muerte de Sirius volvió a tocar el tema una vez más pero yo volví a rechazarla poniendo toda fuerza de voluntad. Después de haberla rechazado cuatro veces ella dejó de insistir, casi no la veía y aunque suene mal tengo tantas ganas de verla, de ver sus hermosos ojos grises y grandes, de ver el lunar que tiene justo al lado de su ojo izquierdo, de ver sus mejillas sonrojadas, de ver esos labios tan carnosos y rosados que tanto me encantan.

No se ha aparecido desde hace tres reuniones. La primera vez porque estaba algo enferma e indispuesta. La segunda vez porque estaba en una Misión para la Orden. La tercera vez porque tenía que cuidar a Harry en Hogsmeade. Me deprimía cada vez que no podía sentir esa sonrisa mirándome mientras yo fingía no saber que lo hacía. Me hacia falta y hasta sentía que la necesitaba pero, ¿Qué le puedo ofrecer? Yo soy un hombre viejo y sin dinero, eso sin decir que soy un licántropo.

En esos pensamientos estaba cuando oí un ruido proveniente de la planta baja. Tomé mi varita y baje lo más silencioso que pude. Me asomé a la sala y vi alguien sentado en el sofá- Reparo -dijo una voz apagada y triste apuntando con su varita a una taza. Era Tonks quien estaba sentada abrazando sus piernas con su cara recargada en ellas con la mirada fija enfrente.

- ¿Tonks...? -dije con la esperanza de que volteara a verme, sin embargo no lo hizo.

- Hola Lupin -dijo para mi sorpresa

- ¿Cómo sabes que era yo? -pregunté

- Vi tu reflejo en el espejo -dijo aun sin verme

- Oh... -le dije y me atreví a sentarme a su lado- ¿Qué haces aquí? -le pregunté para entablar conversación

- Me tocó el turno de la tarde y quise pasar la noche aquí -explicó con semblante serio- Nadie me dijo que estarías aquí -dijo aun sin verme. La examine unos segundos, su cabello estaba marrón, opaco y mojado, al igual que toda ella- Afuera esta lloviendo a cántaros ¿sabes? -dijo cuando tomé un mechón de su cabello.