-"¡Suelta la navaja!"- Me grité a mi misma, eso hubiera querido Nataly, si ella habría dicho eso, ella, era tan perfecta, alta, delgada, rubia, y simplemente hermosa, su cara, su piel, ella, en cambio yo, bueno, mis piernas son lo único que es considerado atractivo de mi, soy de estatura media, cabello negro, piel tan blanca, que ningún maquillaje me sienta bien, sin embargo, aunque fuéramos demasiado distintas, éramos las mejores amigas.
Siempre es lo mismo conmigo, cada noche, recuerdo lo transcurrido en el día; mamá pidiendo que me levante, mi padre pidiendo furioso su desayuno, ir al lugar que mas odio "el colegio", pasar 6 horas sentada, intentando no recordar a nataly, mi mejor y única amiga, evitar cada plática de alguna persona, regresar a casa, pasar toda la tarde sola, encerrada en mi propio infierno y finalmente dormir, esa es mi rutina, desgraciadamente cada vez que quiero pararla, ahí esta ella, con su sonrisa, contagiando de la buena vibra, pidiéndome que la acompañara a ir de compras, a fiestas, cualquier cosa era perfecta a su lado.
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Un Día más
RandomEsta es no es una historia feliz, las cosas buenas no pasan a las personas buenas, la maldad gana, el egoísmo y el orgullo gobierna, y la muerte siempre llega...