Mariana Collins.

<Noticia emocionante>

Mariana Collins es una niña de tan solo ocho años de edad. Ella era tranquila, solo un poquito hiper-activa. Tiene un hermano mayor de diez años y vivía en un pueblo tranquilo, con vecinos amigables y algunos no tanto. Ella vivía en Trébol, un pueblucho no tan habitado que siempre a tenido la misma gente y sus generaciones. Una familia por cada cinco años llegaba a vivir allí.

Su familia tenía un terreno muy grande, pero a pesar de eso su casa no era muy grande, más bien era promedio.

Un día a Mariana le llega una noticia que la emociona demasiado.

-Esteban, Mariana, vengan!- les grita su madre.

-Aquí estamos- llegan juntos, ya que estaban jugando.- ¿Para qué nos llamas?- pregunta Esteban, el hermano de la niña.

- Con su padre le queremos avisar que nuestro patio se achicará.- le dice Carla, su madre.

- ¿Y por qué?¿ Van a construir otra casa?- pregunta el niño.

-¿Me construirán una casa de muñecas?- exclama la menor.

-Claro qu...- la madre es interrumpida por una mini discusión que tienes los niños.

-Claro que no Ari, van a hacer una cancha de fútbol ja-ja.- le saca la lengua a su hermana.

-¿Por qué? YO QUIERO MI CASA DE MUÑECAS-.

-SERÁ UNA CANCHA, YA VERÁS-.

-NOO, MAMÁ DILE QUE SERÁ UNA CASA DE MUÑECAS-. la niña ya estaba apunto de llorar.

Ya su padre, colmado de la paciencia, les grita:

- YA PAREN. NO SERÁ NINGUNA CASA DE MUÑECAS NI MUCHO MENOS UNA CANCHA DE FÚTBOL, DEJEN TERMINAR DE EXPLICARLES. ¡SE SIENTAN Y SE CALLAN LOS DOS!.-

Ambos con carita de perro se sientan tranquilos en el sillón.

-No será una casa de muñecas, pero si una casa de verdad. Como la de nosotros, solo que no seria para nosotros aquella casa que vamos a construir.- explica la madre.

- ¿Cómo? ¿De quien sera esa casa si no de nosotros?- pregunta Esteban.

-Sus tías se vendrán a vivir aquí!- la mujer aplaude entusiasmada.

-¿Qué tías?- pregunta Mariana.

-Aish, mis primas. Claudia con su marido y Marta.-explica la mujer.- Más bien serían sus primas terceros, pero bueno, diganles tías.-dice confundida su madre.-Obviamente vienen con sus hijos, tus primos.- dice Carla.

- Se vienen a vivir aquí por unos problemas, los cuales desconozco, que tuvieron en Santo Domingo. Problemas que a ustedes no les incumbe, por lo tanto no quiero que anden preguntando.- dijo Marcos, su padre.

Mariana muy emocionada dice:

-WIIIIIII, Y ¿CUANDO SE VIENE? ¿HOY? ¿MAÑANA? ¿PASADO MAÑANA?- grita de la emoción.-Quizá puede ser ahora o en un rato más, lo más probable es que sea en la noche. Ay que emoción.- empieza a murmurar la pequeña.

-Tranquila hija.- dice su madre.- Se vendrán mañana, por lo tanto quiero que desde ya empiecen a ordenar todas sus cosas y hacer espacio para sus dos primos, Sol y Martín.- ordena Carla.- Se quedarán en esta casa hasta que la suya este completamente lista, ya dividimos terreno y estamos viendo los materiales de construcción.- termina de explicar la mujer.

-Okay, como su madre dijo, ahora ya ordenen sus cosas para que después no anden apurados. Si ¡Que vallan ya!.- ordena su padre.

-Por fin voy a tener con quien jugar a la play- dice Esteban emocionado.

-Ojalá y Sol juegue conmigo a las muñecas, solo nos llevamos por cuatro años.- dice un poco decepcionada la niña.

Los hermanos se paran y se van cada uno a su cuarto para hacer los que sus padres le pidieron. Ari, como todos le dicen de cariño, estaba muy emocionada y nerviosa por la noticia que le dio sus padres. Le hacía ilusión poder jugar con sus primos, ya que solo tenía a su hermano. Porque no tenía amigos.

Lo que Ari y su familia no sabían era lo que se les venía por delante...