prologue

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EN LA CASA VANDERWALD, estaba leyendo un libro; Harry Potter y la orden del Fénix. Ese era mi libro favorito. Soy Selene Vanderwald y esta es mi historia. Tengo el cabello negro lacio y los ojos verdes oliva tengo la piel pálida. Según Alex, mi hermano, parezco una muñeca de porcelana. Yo no creo eso, solo creo que parezco de todo menos una muñeca de porcelana.

Me levanté y me metí a la ducha. Puse el agua tibia y me lave el cuerpo, sin lavar mi cabello. Al salir, me vestí así:

Caminé fuera del baño y baje las escaleras, allí estaban Alex, Helena, Cepheus y Daniel, mis hermanos

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Caminé fuera del baño y baje las escaleras, allí estaban Alex, Helena, Cepheus y Daniel, mis hermanos. Me senté junto a Helena y Alex y empezé a comer mi desayuno, el cual era un waffle con crema y una taza de chocolate caliente. Algo perfecto para un día de invierno.

En mi país era invierno, pasando a primavera. Es decir, algo parecido al otoño.

―¿Qué tal su día? ―preguntó Helena, mientras yo bebía de mi chocolate.

―Frío ―respondió Cepheus. 

―Muy gracioso, Ceph ―dije con seriedad que no sabía que existía en mi.

―Lo sé ―repuso Cepheus.

Pasaron unos minutos en donde yo y Helena estallamos en carcajadas. Cepheus se sonrojó, por lo cual Alex y Daniel se carcajearon también.

―Tranquilo, Ceph. ―Alex le palmeó el hombro a Cepheus.

―Aquí viene el correo ―informó Alex, mirando la puerta. Pronto dijo eso, me levanté y me acerqué a la puerta.

―¿Qué chucha...?

Era una carta... una carta de Hogwarts. La abrí y decía el nombre mío y habían cartas para los cinco.

Helena se levantó ella también y al igual que yo, soltó un chillido digno de una loca fangirl. A ambas nos encantaba Harry Potter y ambas queríamos entrar a Hogwarts. Al fin, en pleno 2017 recibimos la carta de Hogwarts.

Alex, Cepheus y Daniel se levantaron ellos también y se acercaron a nosotras.

―¿Qué mierda les pasa? ―preguntó Alex, molesto.

―¡Llegó la carta de Hogwarts! ―chillamos ambas al unísono.

Alex rodó los ojos y se volvió a sentar en la silla. Cepheus me palmeó el hombro y soltó un suspiro. Luego habló:

―¿Para qué?

―Cree lo que quieras —suspiró.

Seguramente no nos creía.

Selene en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora