Día 19: Solo un minuto más.

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•En este one-shot, Sehun tiene 30 años, mientras que Kai 17.
•Advertencias: sad, lemon.






Los dos se miraban, uno arriba del otro. Acostados en la cama, se habían lanzado en un juego, intentando ocultar su dolor con sonrisas. Pero ya no podían, tenían que hacerle saber al otro todo.

—Quédate. — Le suplicó, mientras acercaba una mano a la mejilla del que tenía arriba, acariciandola.

—Lo siento. — Sonrió triste, posando su mejilla en la mano que le acariciaba.

—Por favor — le siguió suplicando, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Por favor, no. No llores, menos por ésto. — Se mordió el labio inferior, él se tenía que mostrar fuerte.

—¿Cómo puedes decir eso?... Me pides que no llore, pero mírate. — Sonrió con lagrimas bajando por sus mejillas —Estás llorando. — Se rió, pero eso pareció mas un sollozo que una risa.

Y tenía razón, Sehun estába llorando, los dos lo estaban. No querían decirse adiós, pero lo tenían que hacer. No había opción.

—Esperame. — Lo miró a los ojos, planteando otra opción.

—No puedo. — Se lamentó, sonriendo.

—¿Por qué no? — Bajó la mano de su mejilla, con el ceño fruncido, pero sin dejar las lágrimas de lado.

—Llevo desde los veinticinco rechazandolo, no puedo retrasarlo más. — Le trató de explicar.

—Pero solo esperame, faltan unos meses para que cumpla los dieciocho. Por favor, esperame — le suplicó otra vez.

—No, Jongin. Por más que quisiera, no puedo. — Le sonrió tristemente, ésta vez él acariciando su mejilla y solo apoyándose con un solo brazo.

Jongin no dijo nada, era irracional contradecirlo. Ya que él tenía razón, llevaba tiempo rechazando el ir al servicio militar, ya no podía decir más que no. Tenía la obligación de ir.

Sehun, aun con su mano en la mejilla del menor, se acercó dandole un casto beso en los labios. Ese beso que al principio tenía la intención de ser corto, se terminó extendiendo. Con demasiadas emociones metidas entremedio.

El menor lloraba en el beso, pero con sus brazos rodeaba el cuello de su mayor, atrayéndolo más hacía él. El otro empezaba a acariciar con dulzura, el cuerpo del niño. Mientras se acercaban más y más, teniendo un contacto verdaderamente íntimo.

Se separaron por aire, dejando a Jongin con la boca abierta y jadeante, con la cara humedecida con las lagrimas y las mejillas rojas. En conclusión, un perfecto desastre.

En cambio, Sehun, no descansó, ni lo dejó descansar, cuando se dirigió al cuello del otro. Mirdiendolo, lamiendo y disfrutando de todo el momento.

Entraron en un ambiente extraño, era exitante, caluroso, pero a la vez triste y con sentimientos que se persibian con solo estar parado ahí.

Sehun desvestia al menor, con delicadesa y deseo. Pero no un deseo morboso y puramente carnal, si no uno más profundo.

Ya estaban los dos desnudos, pero el mayor aun estaba en la etapa de apreciar y explorar el cuerpo del otro, aunque ya conociera todo.

Besaba cada parte de su cuerpo, levantaba sus brazos, sus piernas, e incluso lo levantaba a él. Solo para poder apreciarlo de todas las maneras posibles, de las maneras mas bonitas y hermosas que se le permitiesen admirar.

—Hyung... — dijo en un suspiro bajo.

Sus ojos se encontraron, los de Jongin con lágrimas, de placer y dolor. Los de Sehun con tristeza y deseo.

Él entendió lo que el menor quería decir, y no se negó a nada. Le quería dar lo que él quería. Lo que pidiese, se lo iba a dar.

Separó sus piernas, y lo preparó. Poniendose lubricante en sus dedos, insertandolos uno por uno en la entrada del otro, tratando de ser lo más cuidadoso posible. Quería hacerlo sentir especial, como se merecía.

×××

Sus penetraciones eran lentas, profundas y apacionadas. Jongin dejaba escapar gemidos y suspiros, cada vez que el castaño golpeaba su próstata.

Nunca se había sentido tan bien, pero ese sentimiento se cortaba cuando recordaba lo que iba a pasar después. Por eso lloraba más, el placer era único, pero ese dolor en el pecho no lo dejaba dusfrutar completamente.

Aun así lo disfrutó. Disfrutó cada embestida, cada suspiro, cada momento, él lo disfrutó. También disfrutó, cuando el otro estaba por salir para correrse, pero él le pidió que lo hiciera adentro.

Adoró la satisfactoria y llenante sensación, de la esencia del otro en su interior.

Esos los cansó, no tanto físicamente, pero si mental y emocionalmente. Tanto que Jongin con solo cerrar los ojos, se durmió.

Sehun al darse cuenta de eso, aprovechó y se fue. Sabía que estaba mal, a él tambien le dolía. Pero, si lo veía de nuevo, suplicándole que no se vaya, de seguro hacía que desistiera y se armara un problema. Y eso no era bueno para los dos.

Aun así, sabían que el reencuentro iba a ser fantástico.









××××××
Algo que salió y se quedó.
Ahr

Espero que les haya gustado :)

Gracias por leer 💕💕

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