NICO AND THE NINERS

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Abre sus ojos, sintiendo el dolor de cabeza llegar de nuevo, pero ahora no siente agua fría ni nada parecido, más bien, estaba sobre algo suave, se levanta, observando que está en un cuarto, lo primero que nota son las luces que hay en el centro de la habitación, luego nota que hay una mochila sobre una mesa.

Lentamente se levanta de donde estaba, confirmando que estaba sobre una cama, frunce el ceño, ¿Cómo había llegado a una habitación? Su memoria llega a ese momento en el que se choca contra unas rocas, y el sonido del galopeo de un caballo hace que recuerde lo que había sucedido.

Con pasos arrastrados se acerca a la mochila, encontrando una flor amarilla sobre este, la toma, sus pétalos no parecían marchitos, haciéndole pensar que la habían cortado recientemente, deja la flor a un lado, observando la mochila, está completamente vacía.

Voltea para ver que más hay en el cuarto, solamente observando un espejo y un tocador, pero el espejo tiene algo escrito, un montón de unos y ceros escritos con algo amarillo.

"01001000 01101111 011111 01010000 01101100 01100001 01111010 01100001 01010011 01100101 01101001 01110011"

Se queda observando el texto por un momento, analizándolo, pero su mente logra traducir ese montón de números a una frase a los pocos segundos: "Hoy, plaza, seis"

¿Cómo logró deducir eso tan rápido?

Decide sacar ese pensamiento de su cabeza para comenzar a pensar a qué se refiere el mensaje, supuso que ese 'hoy' se refería a ese mismo día, caminó hasta su ventana para ver si podía encontrar una plaza, y no tan lejos de él había una, luego pensó, ¿Seis? Esa tenía que ser la hora, así empezó a buscar un reloj de algún modo, y en el tocador había uno, era pequeño y viejo, pero funcionaba, la hora marcaba las tres, informándole que tenía tres horas para ir a la plaza, ¿Pero a qué?

Su mente corría a mil por hora, ¿Para qué tenía que estar en la plaza? ¿Cómo dedujo código binario tan rápido? ¿Qué sucedía con el amarillo? ¿Cómo terminó en ese cuarto? Y más y más preguntas iban llenando su cabeza, decidió parar de pensar por un momento, tratando de acomodar todos sus pensamientos mientras caminaba alrededor del cuarto, sus manos yendo a su cabello, el cual estaba crecido.

Mientras caminaba notó que uno de los cajones del tocador estaba levemente abierto, alzó una ceja en confusión, parando en sus pasos y abriéndolo, se encontró con diferentes artículos de ropa, un gorro rojo, unos lentes de sol con el marco blanco, y lo que parecía ser diferentes chaquetas del mismo color verde oscuro que la que estaba usando en ese momento.

Sin pensarlo, empieza a sacar toda la ropa del cajón, dejándola sobre la cama, se preguntó si todo eso era suyo, si el cuarto realmente era de él, porque de algún modo, ese lugar le traía algo de familiaridad, ¿Pero cómo? Por todo lo que sabía, esa era la primera vez que estaba en ese cuarto.

Se sentó al lado de toda la ropa, suspirando y dejando pasar sus manos por su rostro, estaba tan confundido, no podía parar de tratar de volver en el tiempo en su mente, tratando de recordar más allá de despertarse en el acantilado, pero no podía recordar nada.

-¿Por qué no puedo recordar?- Se preguntó a sí mismo, su voz sintiéndose rasposa por no usarla después de mucho tiempo.

Después de media hora de tratar de recordar al menos una cosa insignificante (volviendo al mismo método del acantilado: observar cosas y esperar que le hagan recuerdo a algo) pero después de demasiados intentos fallidos, decidió rendirse, esperando que en algún momento le vuelva a la memoria algo. Se levantó de la cama y decidió inspeccionar más del cuarto, empezó a abrir los cajones del escritorio, encontrando libretas que al parecer tenían hojas arrancadas, pero las que sobraban estaban vacías, y las marcas que quedaban de lo que se había escrito no eran legibles, al igual que encontró diferentes lápices y bolígrafos, entre el montón encontró un lápiz amarillo, parecía nuevo, así que decidió guardarlo en su bolsillo, esperando que le sirva en algún momento, en otro cajón encontró diferentes papeles, cada uno tenía planos de diferentes cosas, había un plano que decía "Iglesia" otro que decía "complejo de apartamentos" otro que tenía escrito a máquina de escribir "DEMA, PLANO", ¿Estos eran suyos? A esta paso ya no sabía que creer, pero decidió tomar algunos de los planos y los dejó encima del escritorio, en el último cajón no había nada, instantáneamente supo que habían sacado algo del cajón, porque podía ver que habían rasguños dentro de este.

🌻trench     -     joshler🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora