《You Got That Thing | J.Jk》✔︎

Ꮎ ℕ ℂ ℰ

Con los ánimos por el piso, me adentro al instituto arrastrando los pies con indisposición total de entrar a ese circo del horror, pero lamentablemente necesito pasar el instituto si no quiero terminar viviendo bajo un puente con una caja de cartón como cama.

Mi hermano a mi lado me ve con lástima mientras cruzamos el portón de las instalaciones.

- No te sientas mal Yeonnie - hace un puchero.

- Wow. Dijiste eso y ahora me siento eufórica de repente. Solamente necesitaba que lo hicieras, gracias, has sido de mucha ayuda - lo volteo a ver fingiendo un estado de extrema felicidad, aunque seguro que me veo como el grupito de plásticas del instituto con mi sonrisa tan falsamente torcida. Ya puedo ser su amiga. Solamente me faltan ocho litros de maquillaje encima.

Quito mi sonrisa y curvo mi boca hacia abajo. Casi hasta el suelo, como mi espíritu. Jimin me da un par de palmaditas en la cabeza. Me siento mal por desquitarme con él de esa manera, él simplemente intenta que me sienta mejor.

- Tienes razón... supongo que no todo es tan malo; Te podré ver jugar hoy y ya no aguantaré a la zorra de Mei en los entrenamientos.

Para que no se pierdan en esta conversación, la situación es simple: como mis calificaciones fueron demasiado bajas, mis padres recibieron una llamada de la escuela diciendo que no podré permanecer en el equipo de voleibol. Por tanto, hoy no podré participar en el torneo contra Ulsan ni como suplente. Noticia que me cayó como una patada en mis inexistentes huevos.

- Esa es la actitud. Espero verte apoyándome - me revuelve el cabello - Me tengo que ir a cambiar, ¡nos vemos! - se despide y se va trotando hacia los vestidores masculinos.

Como ya mencioné, hoy es el torneo de los equipos deportivos, por tanto todos los estudiantes vienen a ver los partidos.

Excepto los reprobados.

Así es, mientras la mayoría del instituto está feliz de la vida caminando por los alrededores con ropa casual, las pobres almas desgraciadas de los que no pasaron los exámenes tenemos que ir a regularización vestidos con el uniforme oficial, muriendo de frío con la endemoniada falda. Podría estar bien con eso, alcanzaré a ver algunos partidos, pero el problema es que no soy la única que estará en un salón por dos horas. Song MinKi, mi mayor calamidad mandada por satanás estará ahí, a unos asientos de mi.

Camino con las piernas entumidas hacia el edificio. No le deseo el mal a nadie pero desearía que a los hombres también los obliguen a usar falda para que se les congele el trasero como a las chicas.

Abro la puerta del salón con desgana y me encuentro con que varios estudiantes hundidos en mi mismo nivel de miseria ya están sentados, obviamente hay algunas excepciones a las que la escuela y las calificaciones les importa un sorbete. Así como al peliblanco que me observa con ojos de psicópata desde los asientos de atrás.

MinKi y dos de sus garrapatas están sentados hasta el fondo de la clase con las piernas sobre el escritorio e inclinados de tal manera en la silla que un poco más de empuje -que espero que hagan- con su pierna y caerán de espaldas. Me sorprende que hayan llegado temprano. Mis ojos desconectan de los suyos y me largo hacia la silla más retirada del trío de idiotas. No quiero problemas.

Mientras espero a la profesora Wang jugueteo con el lápiz pasándolo por mis dedos de formas extrañas. Después me aburro y comienzo a garabatear las esquinas de mi cuaderno de historia, adorno los márgenes y hago rostros de animales en las últimas páginas. Mi concentración se va al carajo cuando una mano azota en las hojas llenas de grafito, justo en el rostro de un cerdito que dibujaba. Levanto la vista enojada, pero inmediatamente mi expresión se descompone. Me encuentro con el rostro de MinKi adornado por una sonrisita burlona. Ahora sí que parece un psicópata, pero hoy no estoy de ánimos para dejarme pisotear por este tipejo. YoonGi y JungKook ya me dieron una lección sobre eso.