Bisexualidad

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Marzo de 2016, 3º ESO

Le gusta contentarse con lo que tiene. Siempre lo ha hecho. Tiene un pequeño grupo de amigos, que son suficientes para hacerla feliz. Tiene a Alfred, que nunca la ha dejado de lado, ni siquiera dos años y medio después de la pelea con Aitana.

Thalía y ella entran en el vestuario después de una agotadora clase de Educación física. Todos apestan, y no ayuda nada los veinte minutos que han estado corriendo ante el sol de una primavera que cada día tiene más ganas de llegar.

Solo queda un baño libre, que coge la extremeña corriendo. Nerea suspira y mira el reloj. Tiene unos tres minutos antes de que suene el timbre de cambio de hora. No le gusta llegar tarde, y se molesta un poco con Thalía por coger el baño, pero la perdona al instante. 

A ninguna de las dos les gusta cambiarse delante del resto de chicas, porque saben que por cualquier cosa serán objeto de burla. Da igual si tienen más tetas o menos, si están morenas por el verano o si están pálidas cual vampiros. Algo cae, seguro, y es normal que la morena no quiera estar expuesta a eso.

Con la mirada agachada para evitar que alguien se burle de ella, llega hasta una esquina, sentándose en el banco azul que hay para que las chicas puedan cambiarse. Con cierta rapidez, saca la camiseta de repuesto y un desodorante de barra.

No tarda mucho en quitarse su camiseta rosa, sudorosa, echarse desodorante y enseguida ponerse la nueva camiseta, esta roja. Respira, agradecida. No ha pasado nada, y solo tiene que salir de ahí antes de que alguien repare en ella.

Estira el cuello en busca de Thalía, pero la pilla justo cuando está saliendo por la puerta del vestuario. Resopla y coloca su boca en forma de pato con frustración. Está a punto de coger sus cosas para marcharse de allí, cuando escucha unas risas. Su corazón se paraliza ante el pensamiento de que ella sea el motivo de risas, una vez más. Pero va a tener suerte.

Gira la cabeza muy despacio, intentando no ser muy obvia y que todas noten que las está mirando. Pilla a Aitana riéndose con sus otras dos amigas. Amaia se está poniendo la camiseta y parece atascada, acción ante la que Nerea aparta la mirada, con las mejillas sonrojadas.

Sin embargo, no tarda mucho en volver la cabeza, interesada. Traga saliva al ver a Mireya pasar por su lado, pero la malagueña ni se inmuta. Aitana está sentada en otro de los bancos, frente a ella. A apenas un metro, están Amaia y Ana. La canaria, que va a su clase desde el año pasado, solo lleva un sujetador lencero como parte de arriba. Ante esto, Nerea solo tiene un pensamiento:

"¿En qué momento Ana Alicia Guerra Morales ha empezado a tener tanto pecho?"

Se sorprende a sí misma al ser incapaz de separar los ojos de esa imagen. También siente un extraño hormigueo en el abdomen. Traga saliva. Lo que le faltaba, ponerse cachonda con Ana Guerra. Como si no tuviera ya suficientes problemas. 

—¡Nenas! —Nerea se sobresalta al escuchar el grito de Mimi, que se abraza al cuerpo semidesnudo de Ana—. Llevo media hora esperándoos, a ver si os movéis ya. Que hay clase.

Y tras darle un golpe cariñoso en el culo a la canaria, se va. Mimi saluda con la mano a Nerea, que le responde del mismo modo y se levanta para ir detrás de ella. No puede aguantar más.

Mimi es nueva, de Granada, y ha conseguido cosas imposibles. En primer lugar, suavizar el carácter de Ana, que ahora pasa bastante más de ella. En segundo lugar, ser la primera en introducirse abiertamente en ambos grupos: es una gran amiga tanto de Ana y Aitana, como de Ricky y ella misma. Y, al contrario que Alfred, a ella le da bastante igual que la gente lo sepa.

Una vez sentada en su siguiente clase, que resulta ser Biología, apoya la cabeza sobre su mano y se prepara para fingir que atiende. Tiene bastante claro que en cuanto llegue a Cuarto, va a quitarse Biología y estar en Letras. Y en Bachillerato, entrará en Artes Escénicas. Lo que es seguro es que eso no es lo suyo.

Sueña-One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora