C A P Í T U L O 12

999 55 9
                                    


Lo pensó y...¿Posta se estaba pensando si lo quería?, ¡obviamente que lo quería!, Simon era lo que ella más quería.

-Simon...- Comenzó a decir Ambar, pero el sonido de un celular los interrumpió; era el celular de la rubia.
Ambar lo miro y Simon asintió, la rubia se disculpo con la mirada y agarro su teléfono, la llamada era de un número desconocido, pero aún así acepto la llamada.

-¿Hola?.- Preguntó dudosa.

-Más te vale que no aceptes estar con Simon, no tendrás nada que ver con él, tienes que desaparecer de su vida, o él y su familia pagaran las consecuencias de tus actos.- Entonces Ambar recordó la noche anterior...La noche que había "desaparecido".

-¿Qué queres de mi?.- Pregunto la rubia, estaba asustada, tenía una venda en los ojos y las manos atadas, no podía ver nada ni moverse.
-Cariño, no te creas la gran cosa. Quiero el dinero de tu madrina, y que te alejes de Simon.- Le respondió aquella persona extraña.
-No podes obligarme.- Susurró.
-Claro que puedo, y recuerda, ni una palabra de esto a nadie,

Tragó saliva. Si era verdad, no solo ella perdía, sino también su madrina, y Simon y su familia. Pero...Algo andaba mal...

-Vos...- Se levanto de la cama y se dirigió a su ropero, para que Simon no escuchara- ¿Como sabes que Simon me pidió estar con él?.

-Te estaré vigilando, Smith.- Entonces la llamada se cortó, sin darle tiempo de nada.

-¿Ambar?.- Preguntó Simon al otro lado, preocupado. -¿Todo bien?.

-Eh...S-s-i-i, sisi, todo...Todo...Todo esta bien.- Balbuceó Ambar con una risita nerviosa al salir del ropero, lo que provocó que Simon frunciera el ceño.

-No quiero sonar entrometido pero...¿Quien llamaba?.- Alzo una ceja, curioso.

Ambar dejo de respirar por unos segundos y lo pensó detenidamente, tenía dos opciones; jugarsela, decirle a Simon sobre la otra noche y la llamada, denunciar en la policía, estar juntos y ser felices...O...No decirle nada, alejarlo de ella, herirlo, que no le dirija la palabra y así el no estaría en peligro.
Después de pensarlo dos veces (y como es una cobarde) eligió la segunda opción, así que ahora tenía que inventarse una buena excusa.

-Era...- Entonces su celular se encendió; le había llegado una notificación.

Abraham Mateo indicó que le gusta tu Tweet.

Ambar sonrió. -Era Abraham, Abraham Mateo, ¿Lo recordas?, el chico súpeeeeerr guapo con el que estaba el otro día.- La sonrisa de Simon fue desapareciendo poco a poco, lo que hizo que a Ambar se le estrujara el corazón.

-Sí...- Respondió Simon sin ánimos. -Lo recuerdo...Y...¿Para que te llamó?, ¿Qué quería?.

-Quería recordarme que en media hora tengo que verme en el parque con él.

-Entonces...Tienen...¿Una cita?.

Ambar mordió su labio. -Sí, dijo que tenía algo muy importante para decirme.

-¿Pero tu no tenías que estar en el Blake?.- Dijo Simon dándole una mirada rápida a su cuerpo.
Ambar se abofeteó mentalmente, llevaba puesto el uniforme, obviamente tenía que ir al Blake.

¿Qué habría sido si?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora