Duraznos

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Su rostro... Sus ojos... Toda ella se veía perfecta. Para tener sexo al menos, pensaba Sana. Pues ya tenía decidido no volverse a enamorar.

Cuando entró al instituto seguía aún con la idea de encontrar a su príncipe o princesa perfectos para casarse y vivir feliz para siempre. Claro, tres años después pensaba todo lo contrario tras dos terribles experiencias amorosas. Mina siempre le decía que se animara, que seguro encontraría a alguien. Pero tanto dolor había tenido con su primera relación... Y cuando por fin intentó de nuevo, solo se llevó algo peor.

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"¡Mina, Sana, vengan a jugar!" gritó Nayeon sin percatarse de la otra chica.
"vayan, no se preocupen, yo no quiero que me dé el sol aún" decía Tzuyu. Sana miraba con atención cada movimiento que hacía, aunque de manera sutil.
"¿Segura? No quiero que te quedes sola. Además, yo te invité, debería de pasar tiempo contigo" dijo Mina nerviosa porque tenía muchas ganas de jugar. El chico rubio se encontraba en el mismo equipo que sus amigas y no quería desaprovechar la oportunidad.
"Mina, ve a jugar. Yo no quiero. Me quedaré también" cuando Sana dijo eso, Mina salió corriendo para que el partido de vóleibol a la orilla del lago iniciara.

Sana ofreció una Coca-Cola de la hielera que habían llevado. Con gusto, Tzuyu la aceptó y se sentaron en la manta en la que estaban todas antes.

"Entonces... Eres amiga de Mina..." decía Sana tratando de evitar el contacto visual.
"¿por? ¿Tanto te sorprende?" rió Tzuyu.
"No es eso, es que yo soy su mejor amiga. Pero ella nunca me habló de ti" contestó Sana.
"ya veo..." la conversación se volvía cada vez más incómoda. Sana odiaba eso, no quería que su próxima compañera de habitación le tuviera miedo o no lograra entablar una pequeña cercanía. Así que en el pequeño tiempo donde no hubo una palabra ella ideaba un plan.

" LO TENGO" Pensó.

"oye... ¿No quieres caminar?" Sana se levantó y extendió su mano. Tzuyu no dijo nada y la tomó.

El juego se ponía cada vez más interesante. En un momento, Mina tropezó y casi caía. Afortunadamente para ella, cayó sobre el chico que hacía unos minutos se le insinuaba y a ella no le molestaba. Chaeyoung y Momo la iban a ayudar a pararse pero Chaeyoung paró en seco cuando vio a ambos reír.
"Está bien, déjalos. Hay que seguir jugando" Chae había tenido un enamoramiento de su amiga desde hacía tres años. Pero nunca se lo dijo. De hecho, decirle a su amiga que estaba enamorada de ella nunca fue parte de su plan. Lo último que que quería era causarle problemas. Odiaba que su amiga recibiera tantas propuestas, o que cambiara de novio seguido, o que los desechara igual de fácil que una lata de soda. Y es por eso que le daba miedo confesarse. Tal vez cambiaría de amiga por otra igual de fácil. Tal vez la odiara o hiciera mierda su reputación. El miedo la invadía y la rabia también cada vez que Mina sonreía pero no a su lado. Sin embargo, sabía que era su culpa; pues, vamos, la primera regla de una amistad con alguien como Mina es no enamorarse.

Cada vez que Chaeyoung tenía la oportunidad de pegarle a la pelota se desahogaba. De un momento a otro, le pegó tan fuerte que la pelota salió disparada hacia el otro lado, donde habían muchos árboles de durazno.

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"No creí que me traerías por acá" decía Tzuyu
"dijiste que no querías que te diera el sol. Los árboles de durazno son lindos, además" Sana caminaba tranquilamente unos pasos adelante de Tzuyu, ella sabía que uno de sus atributos era ser alguien sociable. Alguien en quien las personas confían y se sienten a gusto. Obviamente sabía que podía aprovechar esas cosas para su beneficio de vez en cuando.

"¿podemos comer uno?" Tzuyu preguntó de manera tierna haciendo que Sana se sonrojara un poco.
"Eh... Yo creo que no hay problema. Baja uno para ti" Tzuyu en realidad bajó dos. Los frotó limpiandolos con su camisa que tenía un estampado con el logo de Gucci. A Sana casi le daba un infarto, las ropas más caras que Sana tenía eran aquellas que Mina le regalaba de vez en cuando en manera de agradecimiento o por su cumpleaños.

Extendió el durazno más grande y se lo dio a Sana.
"Toma" le dijo con una amplia sonrisa y siguieron caminando. El silencio se había vuelto menos incómodo que antes. Para Sana, eso ya era un gran avance.

No habían avanzado ni diez metros cuando vieron algo aproximándose muy rápido desde arriba. Sana vio que pasó arriba de su cabeza y escuchó un golpe. Cuando miró atrás, Tzuyu estaba en el suelo y el objeto rodó hasta sus pies. Era la pelota con que estaban jugando.

"maldición, me van a acusar de asesinato" Sana corrió hasta donde Tuzyu y la levantó como pudo. La cargó y se sorprendió pues a pesar de su altura, era bastante fácil cargarla. Chaeyoung y Nayeon habían caminado en busca de pelota y se encontraron con una Sana con la cara algo roja por el cansancio y Tzuyu desmayada.

"Mira Chae, Sana consiguió una novia salvaje jajajaja" Chaeyoung estaba más que pálida. Sabía que la pelota le había caído y por eso había quedado prácticamente inconsciente. La chica la podía matar si se enteraba.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora