Dirty Car

Vestía de un saco rojo, unos jeans rotos y una camisa negra a cuadros, quería verme dominante por una vez, pero sólo logré verme como un pasivo. No me gustaba seguir roles nunca, pero tenía que admitirlo. Era una mierda, ya que había gastado mucho dinero en lo que me pondría ese día y al final terminó por no gustarme cómo me quedó todo junto, por eso nunca deben comprar ropa por internet; Puto mercado libre.

Había pasado un rato, estábamos en la fiesta Devin por su cumpleaños número 17, vaya que hemos crecido, demasiado. Eran al rededor de las 9:30 de la noche, y yo estaba más solo el chico raro que roba cosas ¿Por qué? Porque, verán...

Mi mejor amiga, Jessi se había retirado, había tenido un problema familiar, al parecer su padre tuvo una recaída por las drogas. Ne pone triste pensar en eso, ella fue una "mala persona" y de cierta forma tenía justificación, pero mientras fue madurando aprendió a resistir bien los golpes y ahora era una chica bastante fuerte que me llena de orgullo. Reflexionando la situación ¿Por qué las cosas más dramáticas pasan en las fiestas o en eventos especiales? Nadie lo sabe, y ojalá lo supiéramos.

Sin embargo, esa era mi entrada ¿Saben? El astuto chico gay de nuevo a la busqueda de nuevas desgracias ajenas, ¡Yay! Obviamente lo digo con sarcasmo por si no lo habían notado, se supone que soy más que eso ¿no es así? No, no es así. Ese día dejé descansar a todos de mi, no necesitaba sacar noticias de eso.

- ¿Por qué no pasa nada interesante? ¡¿Qué tiene que hacer un tipo para conseguir socializar con alguien?! - Dije en voz alta para mi mismo.

- Llevo a tu lado más de treinta minutos, es una grosería que no lo hayas notado, Matthew. - Dijo ese chico Moreno llamado Jay sentado en la barra de la cocina a unos 80 cm. de mi. Era algo desagradable, había veces en las que me incomodaba bastante.

- Si tu no me hablas primero yo no voy a hablarte, ¿Sabes? Y no es por ser grosero, sino porque estaba distraído.

- Estaba esperando a que tomaras para ver si cuando estuvieras ebrio tendría una oportunidad. Pero viendo que estás desesperado por atención me pareció un buen momento para hacer mi jugada.

- Jay, con todo respeto, por favor, vete a la mierda.

- Quizá si debí esperar a que estuvieras ebrio... Dejame traerte algo y luego hablamos.

- Así no funcionan las cosas - Le dije con una voz fuerte antes de que se fuera. - Si regresas definitivamente voy a golpearte.

Suspiré y me fui al patio a revisar mis mensajes.

- nada...- Dije para mi mismo.

"¿Debería llamarlo?" Pensé, y de hecho fue lo que hice. Marqué su número y esperé unos segundos a que respondiera.

- ¿Hola? ¿Matthew? ¿Sucede algo?

- No, ya sabes. Estaba en una de esas fiestas obligatorias de una compañera de clases y la verdad es que me estaba aburriendo mucho... Pensé en que podría ir a tu casa y hacíamos algo... tú sabes.

- ¿Venir a mi casa? No es que no quiera, pero... Ya es muy tarde, y si te pasara algo en medio de la noche no me lo perdonaría. Y no puedo ir por ti porque estoy... Cuidando a mi abuela.

- Ya veo... Bueno, supongo que te veré mañana, o no, quien sabe.

La razón por la que dejé de insistir no era porque me estuviera rindiendo. Pude oír ruidos de fondo, como si ahí estuviera alguien más,y dudaba mucho en que fuera su abuela, así que decidí solo dejarlo ser.

Me daba mucha tristeza tener que terminar con Aiden, pero para ser sinceros tenía muchas razones para creer que me era infiel, y no lo culpaba en realidad, simplemente me lastimaba que estuviera jugando así conmigo, y aunque no tenía pruebas quizá ya era tiempo de terminar con él, pues le había tomado demasiado cariño y no quería hacerme sufrir más de lo necesario. Además, si mis sospechas eran ciertas no le habría dado el gran lujo de ser él quien me dejara, también era una cuestión de orgullo.