Capítulo VIII

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-Callé con una respiración sofocada, me quedaba sin aliento mis rodillas perdían fuerzas y no podía sostenerme, quise correr tras ellos pero no pude, mis piernas no me ayudaban, poco a poco me sentía mareado y sin un oriente donde fijar mi mirada.

-Caí así como caen las frutas cuando están podridas de un árbol.

-Todo en mí quedó con una tonalidad de oscuro en noche de tormenta, luego de durar segundos que al parecer eran minutos y minutos que reflejaban horas decidí levantarme y caminar.

-Creí que ya no tenía motivos para dejar el pasado, me encontraba solo, luego de caminar varios kilómetros alcancé ver a alguien sentado en algo en forma de una mesa hecha de arena corrí y corrí hasta llegar.

-Me acerqué antes de tocar su hombro vi que parecía tener su vista mirando a lo lejos de forma pensativa y desconectada de todo lo que sucedía a su alrededor.
-Sorprendido traté de dar vuelta pero no pude sentí que debía preguntar.

-¿Cómo llegaste aquí?

-¿Sabes como salir?

-¡Oh algo un poco mas curioso!

-¿En que estaba pensando?

- Toqué su hombro y no volteó a mirar le toqué por segunda vez y nada, decidí ponerme al otro lado de la mesa para así poder tratar de llamar su atención, pero solo vi un rostro borroso aún tenía los ojos rojo y la vista nublada por el desmayo me le acerque volví y le toqué, reaccionó y volteó a verme.

-Caí hacia atrás consternado confundido y tenebroso vi que su rostro era un reflejo del mio su rostro reflejaba el mio como si me estuviera mirando en un espejo.

-Me preguntó:

- ¿Qué quieres?

-Contesté:

¡Respuestas!

-Me dijo:

¡Respuestas!

-¿Cómo cuales?

-Le dije quiero salir y no encuentro la forma ni la manera le dije que me encuentro perdido y que he dado vueltas en círculos y no encuentro salida, me sonrió y me dijo esta en ti la salida sólo debes encontrarla.

-Pregunté:

A Las Orillas De Una Lágrima.(PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora