Ojos de Universo

Encuentro

"Que vida de mierda" gritó Camila cuando veia que el último bondi que la dejaba a tiempo para llegar a la facultad pasaba frente a sus ojos.
En el enojó que tenia hasta creyó ver en los labios del chofer como se esbozaba una sonrisa maliciosa frente a los desesperados agites de su brazo, mucho pudo gritar y moverse pero el colectivo se habia ido, habia que esperar. Sacó de la mochila en la que colgada el brillante pañuelo verde que la representaba, una caja de puchos y se prendio uno, sus dedos anchos dificultaban todo el proceso. Dió una primer pitada y miro como los rayos del sol daban justo en la cara de una piba que se acercaba presurosa a la parada, con los pelos castaños sueltos al viento y los ojos perdidos. En menos que se pudiera dar cuenta la chica estaba frente a Camila mirandola como quien mira a un compañero en un examen rogandole la respuesta.

-"Ya pasó el 108?" Le dijo mientras tomaba una bocana de aire, por el pique que habia metido

- "Hace dos minutos, en la cara lo perdí" le dijo Camila mientras todavía masticaba bronca

- "La puta madre, tarde el primer día de clases"

-"Tranquila me acabo de prender el cigarillo, en dos minutos llega" decia Camila mientras daba otra pitada.

- "Para para, ¿acabo de cruzarme con una adivina?" Preguntó la chica con una cara divertida.

- "Mmm la bola de cristal todavia no tengo, pero mira lo que viene alla"

Y apenas habia salido la última palabra de la boca de Camila, la chica giro su cabeza rapidamente para ver como, a paso lento entre la multitud de moustros de asfalto se abria paso el colectivo que le devolvia la esperanza de llegar a tiempo a clases.
Mientras esperaban esas dos cuadras a que llegue el bondi, Camila se concentró en la mirada de aquella chica, habia algo que la mantenia fijada en sus ojos, y parece que la otra lo habia notado.

- "¿Pasa algo? Le dijo mientras le devolvia la mirada fija.

- "Perdon, tus ojos son lindos" Dijo Camila mientras quería esconder la cabeza en la verada de la verguenza

- "Son re comunes"

- "A mi no me parecen comunes los ojos color a tierra viva" ni Camila sabia de que parte de ella habia soltado esa confesión

- "Ah pero sos alta chamuyera" disparó la piba mientras se acomodaba un mechón de pelo atrás de la oreja y lanzaba una carcajada fuerte al aire.

A Camila ese sonido le parecio hermoso.

- "Mentira, pero tus ojos son hermosos y más con esta luz de atardecer" redobló Camila tratandó de arreglar un poco esa confesión inesperada.

- "Subi al colectivo o te voy a tener que besar" Dijo la chica y el mundo dejo de girar.

Camila quedo perpleja ante esa declaración, pero una sonrisa se le dibujo tímida por el borde de los labios.
El colectivo estaba llenó como siempre, Camila pensaba que todos eran vacas abarrotadas en un camión camino al matadero, el cual podria ser la facultad, el trabajo o la vida misma, no era una persona muy positiva generalmente. Miró a su alrededor y no pudo ver donde se habia colocado la chica, entonces sacó sus auriculares y se perdió en una balada de los ochenta, pero a cada segundo la declaración de esta le volvia a los oidos. ¿Porqué le resonaba tanto? Era una chica, en una parada del colectivo, una chica común con una mirada tan profunda que invitaba a conocerla.
Para suerte de Camila el colectivo llegó rapido y en cinco segundos ya se encontraba abajo corriendo por las escaleras entre la marea de gente para llegar al salón.
El día paso rápido, los mismos amigos, contarse anecdotas de las vacaciones, conocer a los profes nuevos. Camila estaba en tercer año de la licenciatura de Psicología y aunque se vivia quejando, como sentido de vivir, amaba lo que estudiaba.
Al otro día llegó a la parada temprano, no le iba a pasar lo mismo que el día anterior, con los ojos buscaba alguna señal de la chica, habia pensado toda la noche en ella, ni sabia porque y se sentia una tonta. A pesar de haber esperado casi 20 minutos la chica no llegó, asi que tomo el 108 y llegó a su clase.
El salón era enorme porque en esa materia eran muchos chicos, el profesor era un viejo conocido, de esos perros traicioneros que primero te ponen cara de bueno y después te muerden cuando estas de espaldas. Camila se sento en el medio, era temprano y sus amigas todavia no habian llegado, hasta que de pronto sintio como una mano le quemaba el hombro.

-"Bueno bueno, mira quien tenemos acá, ¿me puedo sentar al lado tuyo?" Declaró la chica de la parada con una sonrisa grande como el sol que habia ese día

- "Ho ho la. Sisi" tartamudeó Camila entre la sorpresa y la felicidad de verla de nuevo

- "Epa.¿Te puse nerviosa linda? La chica se sentó y la miró de forma provocativa

- "No sabia que cursabas conmigo, ni que estudiabas esta carrera" recuperando un poco el habla

-"Primero que nada ni siquiera sabes mi nombre…" la chica ya estaba con sus abrazos apoyados en el banco de Camila mientras la miraba fijo a los ojos

-"Bueno si vamos a los bifes, vos tampoco sabes el mio…" No sabia porqué pero la desafió con la mirada

-"Ahi te equivocas Camila" Con una sonrisa de lado y un guiño de ojo, se recostó en su silla

- "¿Vos y yo nos conocemos? Lanzó Camila con una cara que denotaba que habia perdido esta primera batalla

- "Curse dos materias con vos el año pasado, pero por lo visto nunca me registraste" la chica de la parada acompaño su frase con un puchero divertido

- "Uy soy muy colgada en clase" trató de excusarse Camila

- "Me di cuenta en la parada ayer que no me conocias"

-"Perdón, pero ahora ya sí, aunque sigo sin saber tu nombre…" afirmó Cami con una mirada que daba lugar a una pregunta

-"¿De que tengo cara?" Preguntó la castaña con media sonrisa de lado

-"De cielo.. eh perdón jajaja nose me mataste" Otra vez se encontraba dejandose llevar y no pensando que decir

-"Apa, ¿a mi se me hace o te pongo nerviosa yo?" Preguntó la chica con una ceja levantada."Y casi le pegaste, el cielo es…"

-"Azul…" susurró Camila como una caricia

-"Que lindo queda mi nombre en tu boca" dijó Azul mientras ponia un chupetín en la boca y la miraba fijo.

Camila se pusó más nerviosa de lo que había estado en su último final de la facultad y miró de reojo para un costado, esta mina la estaba volviendo loca.