More Than A Travel (Nash Grier)

Diecinueve.

—¿Quién es Matthew Espinosa? —pregunta Belén.

—Oh Dios, Belén, ¿cómo has podido? —pregunto haciéndome la ofendida y Cam y Nash rieron mientras las otras tres personas me miraban confundidas.

—Ah ya sé, Magcon Boys —dice sabionda Samantha —, qué pesada está esta mujer, yo pensé que solo te gustaban Nash y Cameron.

Me enrojecí completamente cuando Sam dijo eso, no solo del rubor porque Cameron y Nash estaban delante y mirándome, sino por la furia, yo adoro a todos, no solo a ellos dos.

—¡Qué ataque más gratuito, Samantha! —grité sentándome con todos.

—Como sea, ¿quién es, Nash? —pregunta Allyson.

—Es un muy buen amigo, viner como nosotros —respondió él.

—¿Sois viners? ¿Hacéis vines graciosos? ¡Yo me paso todo el día buscando videos de risa! —dice Belén.

—De hecho sí —dice Cam.

—¿Vamos a por helado? —pregunta Samantha hambrienta.

—Sí, porfa —suplico.

Todos nos levantamos dispuestos a ir a por los helados pero resulta que el puesto de helados que había ya no está, ¿cómo es posible que estuviera en pleno invierno y ahora no?

—Yo quería un helado —dije decepcionada.

—En Central Park hay muchos quisocos, no te preocupes —me dijo Cameron con una palmada en la espalda.

Nos encaminamos sin rumbo por la naturaleza del gran y famoso parque de Nueva York a ver si había algún quiosco, cosa que no encontramos en media hora de expedición por la zona. Bueno, al menos hemos pasado un buen rato todos juntos. Sin interrupciones. Ya sabéis a qué me refiero, o más bien: a quién. En realidad Sarah ya no me caía tan mal como antes, pero supongo que ya es, más que nada, la costumbre de que me caiga mal. Reconozco que estos últimos meses se ha comportado mejor, refiriéndome a que ni se ha restregado a posta con Nash delante mía, ni me ha dirigido la palabra. Mejor.

Lo peor sería la semana que viene. En la playa. Seguro que dormirán en la misma habitación. En la misma casa todos. Con bikini. Esa guarra iba a aprovechar, yo sé que todavía me guarda rencor, no me preguntéis cómo lo sé ni porqué coño me guarda rencor, pero así es ella. Impredecible.

—Yo ya estoy muy cansada y desde aquí a mi casa hay mucho camino, tengo que guardar fuerzas para el camino de vuelta —dice Belén encorbándose en señal de que está cansada.

—Chicos, mi novio dice que el viernes hay una fiesta en la casa de un amigo universitario y que, prácticamente puede venir toda la ciudad, ¿os apetece fiesta? —pregunta divertida Ally mientras guarda el móvil en su bolsillo, será que su novio le acaba de avisar por mensaje.

—¿Pero cuántos años tiene tu novio? —pregunta Sam incrédula.

—Veinticuatro, pero tiene muchos amigos que dejó en la universidad —responde ella.

—Entonces habrá tíos buenos —dijo divertida Samantha alzando las cejas. Reímos todas excepto los chicos, que nos miraban con cara de terror.

—¿Cómo se llama su amigo? —pregunta Nash.

—Creo que ha dicho que se llama Eddy —responde Allyson con los ojos mirando hacia arriba, pensando.

—¿Eddy Mcavey? —pregunta asombrado Nash.

—Supongo —dijo encogiéndose.

—Ese tío es el hijo del segundo hombre más millonario de todo Estados Unidos —añade Cameron.