37: El silencio de White Hat

2.8K 329 323
                                    

Slug dio un largo suspiro al mismo tiempo que se apretaba el puente de la nariz. Tenía su escritorio lleno de hojas, en ellas marcaba sus teorías respecto a la situación de Flug y revisaba todos los análisis qué le habría hecho a su amigo. Aún le era un poco difícil de entender, pero siendo algo hecho por Black Hat, bueno, sabía que criaturas como él podrían hacer cualquier cosa y es que en realidad ni siquiera él comprendía la naturaleza de criaturas como él, en su caso, a su propio jefe.

A él no le gustaba cuestionar a su jefe, mucho menos sobre sus asuntos personales. Durante todos los años que ha trabajado para White Hat se ha quedado con muchas interrogantes y prefiere quedarse con ellas o averiguarlo por su propia cuenta. Esta vez necesitaba saber el porqué, por qué algo como eso sucedió. Volvió a mirar la imagen del ultrasonido, aquel ser era tan frágil, tan vulnerable, parecía ser un bebé cualquiera. Slug sonrió, recordar a su amigo hablando de una manera tan protectora por su pequeña, era tierno, Flug no parecía ser el villano despiadado que en realidad es. Igualmente la actitud de Black Hat era diferente, no parecía ser el villano maligno del que todos hablaban.

Slug guardó todas las hojas en un folder rápidamente al percatarse que White Hat entraba al laboratorio, así que sacó sus planos para aparentar.

—¿Trabajando?— preguntó su jefe mientras acomodaba su corbata. Slug lo ignoró.

—¿Aún estás enojado? Ya ha pasado una semana Slug... sabes que lo hago porque me preocupo por ti.

—Eres un sobreprotector— le contestó enojado.

White le dio su sonrisa tierna tomando lugar al lado de él. —Puedes tomar tus vacaciones esta semana, toma los días que desees siempre y cuando te pongas en contacto conmigo.

El científico le dio una mirada dudosa pero después volvió su atención a las hojas del escritorio. —Más te vale que esta vez no me llames con un pretexto tonto.

—No lo haré, además tengo muchas cosas que hacer.

—¿De verdad? Vaya. Siempre pides mi ayuda para todo. No te gusta estar solo.

—Es porque me gusta tu compañía— dijo White con una mirada coqueta. —Has estado muy ocupado esta semana, ¿De qué se trata tanto papeleo? —preguntó para cambiar el tema al ver que Slug comenzaba a enojarse.

—Es una investigación.

—¿Puedo ayudar?

—De hecho, sí puedes, estoy investigando sobre... criaturas no tan comunes, extraños como lo eres tú y tu hermano.

—¿Quieres saber sobre mí?, Slug eso me halaga. Puedes preguntar todo lo que gustes, aunque, ya debes conocerme muy bien después de tanto tiempo.

—Pero, tienes miles de años, debes tener muchos secretos.

—A ti te lo contaría todo.

El científico tomo una libreta para anotar pensando que sería incómodo. —Bien, son preguntas tontas así que no te sorprendas tanto... ¿Te has enfermado antes? Quiero decir de una manera grave.

La sonrisa de White cayó dando una expresión seria como si estuviera recordando un mal momento. —Sí, como sabes soy inmune a muchas cosas pero ha habido una cosa la cual casi acaba con mi existencia.

El chico comenzó a anotar en su libreta un tanto impresionado por lo que escuchaba. —¿Qué podría matarte? Eres invencible.

—Bueno, ni siquiera yo soy perfecto Slug, hace mucho tiempo estuve a punto de morir, era como una enfermedad; poco a poco perdí todas mis habilidades hasta ser tan frágil como un humano, pero eso solo fue el inicio. Me debilité tanto que ni siquiera podía estar de pie, era una tortura; mi cuerpo empezaba a morir lentamente y era muy doloroso.

HERENCIA ⚠HISTORIA EN EDICIÓN⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora