–¿Cómo te fue en tu cita con Kai? ¿Ya se dieron los votos de amor?
Hinata asoma su cabeza por el corredor cuando escucha que dejo las llaves y lanzo mi abrigo al sofá, sin dirigirle la más mínima palabra.
–¿Sucede algo?–Me pregunta, siguiéndome hacia la cocina.
Abro el refrigerador, pero en cuanto lo hago olvido que iba a buscar.Una laguna se abre en mi cabeza y me absorbe, junto con todas mis fuerzas anímicas.
Me quedo mirando la luz que proviene del electrodoméstico como si esta pudiera darme alguna respuesta pero nada llega a mí.
¿Qué es realmente lo que deseas, Saiko?
¿Qué es lo que quieres hacer con tu vida?
Sé que me gusta ir sin sostén por la casa tanto como por la calle.Me gusta usar tops, aunque culturalmente esté mal visto que una mujer como yo con unos kilos de más muestre su abultado vientre.Me gusta decirle a la gente que se joda si no le gusta la manera en la que soy, la manera en la que vivo mi vida.Las amigas de mi abuela murmuran cosas a mis espaldas.Las personas se sienten incomodas a mi alrededor porque digo la cruda realidad siempre y nací sin cremallera en la boca.Amo el rap más que a mi propia vida, incluso más que una cerveza helada en una noche calurosa de verano.
Pero nada nunca ha conseguido moverme.Nada en la vida me ha sacudido los cimientos antes.Me levanto cada mañana para hacer lo mismo una y otra vez: asistir a mi trabajo durante la mañana, estudiar durante las tardes e ir de fiesta durante las noches.Todos mis días siempre han sido un circulo de no acabar, donde aquel sentimiento que no puedo explicar no se marcha.Es como si algo me faltara; una emoción, algo que me impulse, un motor.No estoy viviendo exactamente lo que me imaginaba que viviría y de hecho años atrás no me habría molestado porque nada realmente me movía...
Hasta que él llegó.Ahora parecía que nada tenia sentido.
Pero yo me había metido en todo esto, ¿no? Yo quería aquel tipo de relaciones circunstanciales, sin ataduras, y él también.
Sabía que no podría quedarse en Japón, que tendría que irse, y aún así acepté.
Así que, ¿qué es lo que espero de él ahora?
¿Qué demonios quiero que me diga cuando me llama? ¿Qué me ama? Ese no es Wooseok.
–¿Saiko?
La voz de Hinata me trae de regreso a la realidad.Al instante me percato del desastre que soy, que mis ojos escocen, que mi cabello es un desastre y que le he echado Whiskey a mi té.
Ahora mismo debo de estar haciéndole honor a mi nombre.
Me estoy volviendo loca.
Y es todo su culpa.
Relamo mis secos labios y dirijo mis ojos hacia ella, empujando mi largo cabello castaño detrás de mi oreja, parcialmente atascado en la capucha de mi enorme jersey negro.
–Algo salió mal, ¿verdad?–Su rostro se llena de preocupación–¿Quieres hablar sobre ello?
Cierro la puerta del refrigerador y veo mi reflejo en su metálica superficie, encontrándome con la sombra negra en mis ojos corrida, viendo exactamente lo que ella ve.
–Le pedí a Kai que ya no nos viéramos.–Suelto entonces.
–Oh.–Sus ojos se llenan de pena y junta las manos detrás de su espalda como si no supiera si abrazarme o no–¿Quieres...quieres hablar sobre ello?
Niego y me lanzo bruscamente hacia ella, apenas dándole tiempo para sostenerme con sus brazos en un torpe abrazo.El cabello me tapa la visión mientras cierro los ojos y me relajo, soltando un largo suspiro, uno que creo que contuve desde que salí de esa cafetería.
–Saiko...me estás preocupando.–La escucho susurrar–Creí que ambos estaban conociéndose, que todo iba bien.
–Todo iba bien.–Mascullo–Todo iba demasiado bien, de hecho.
Sus manos titubean sobre mi espalda.
–¿Entonces, qué sucedió?
–Eso mismo.Todo era demasiado perfecto.
Sé que mi amiga no lo comprende.Soy consiente de que estoy siendo injusta, que no le he contado toda la historia.Sin embargo, ella no hace más preguntas.En su lugar, lo único que hace es sacar un balde de helado de la heladera y encender la radio, dejando que la música suene por todo el modesto departamento que nos pertenece a ambas.
Al instante yo me lanzo al sofá de espaldas y repliego mis piernas, sin rastros de lágrimas en mis ojos, escuchando la música con la respiración acompasada.Ella me acompaña minutos después y comienza a comer el helado con un enorme cucharón de sopa, haciéndome compañía en silencio mientras observo el techo, pensativa.Las canciones siguen sonando una tras otra sin detenerse, hasta que finalmente el conductor hace una pausa para dar un anuncio o algún tipo de publicidad.Mis ojos arden debido a que no he pestañeado en un largo rato y odio esa radio, pero no me atrevo a decirle a Hinata porque ella ama el pop.Aunque un rato después, y gracias a los cielos, la apaga.Entonces se dispone a encender la televisión.
La voz del presentador suelta palabras que no alcanzo a comprender pero que llegan a mis oídos de todas formas...al menos hasta que menciona un nombre familiar.
–¿Oíste eso? Me suena ese nombre.–Lame la cuchara y su expresión se vuelve pensativa–Pentagon, Pentagon...–Repite, como si hacerlo le fuera a dar una pista con respecto a su identidad–Esa banda es muy conocida, ¿cierto? Han venido un par de veces a Japón.Creo que Yuto, uno de los integrantes, es amigo de Takeshi.Haciendo memoria...creo que él y otro miembro más asistieron a su fiesta de cumpleaños unos años atrás, ¿cierto?–Me observa, posiblemente creyendo honestamente que esta charla me esta ayudando a distraerme de mis conflictos internos, cuando es todo lo contrario–Yo estuve enferma y no pude ir.¿Tú los conociste?
He tenido los ojos cerrados durante los últimos veinte minutos pero el sueño se me ha ido repentinamente.
–No los vi allí.–Miento.
–Oh, entonces debo haberme equivocado.Es una pena.No todos los días se conoce a celebridades.–Comenta distraídamente y luego guarda silencio durante un par de segundos más, escuchando–¡Oye! Están diciendo que vendrán a Japón de gira la próxima semana y coincide con el cumpleaños de Takeshi.¿Crees que estén allí?
Él ni siquiera me mencionó que vendría pero, ¿por qué no me sorprende? ¿Por qué no fue capaz de enviarme un mensaje para contármelo?
Mi corazón se estruja, pero también se llena de determinación.
–Que se joda.–Susurro bajo mi aliento–Bastardo.
–¿Qué dijiste?
Hinata da un pequeño salto en su lugar debido al susto cuando me siento repentinamente.
–Dije que no lo sé y no me interesa.
Al instante estiro mi brazo y tomo el control remoto, cambiando de canal.
Esa noche cuando Wooseok me llama a las 3 A.M. yo no respondo por primera vez.Tampoco el día siguiente o el día después de ese.
Hinata me dijo que alguien llamó varias veces a la casa preguntando por mí durante la semana pero yo le dije que, fuera quien fuera, le dijera que no estaba.
En mi interior quería que él fuera quien no supiera nada de mí esta vez, que se preocupara, que pensara que algo horrible me había pasado en el mejor de los casos.Quería que viviera con la incertidumbre con la que me había hecho vivir a mí.
Y sin embargo...algo dentro de mí me dijo que me estaba sosteniendo a un clavo candente, a esperanzas vacías.
Lo más probable era que debajo del glamour de los reflectores, los escenarios y los flashes...no habría lugar para mí, para un nosotros.Ni en un futuro próximo ni nunca.Y quizás fuera esa la razón por la que estaba tan enfadada conmigo misma: porque una parte de mí se negaba a creer lo inevitable, aún cuando yo me había metido en el mismo juego en el que perdí miserablemente.

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Realest » Wooseok
FanfictionDonde Saiko no quiere que le digan que es hermosa, sino que es real...lo más real en la vida de Wooseok, quien la llama siempre a las 3 A.M. ➡historia corta. ➡heterosexual. ➡ terminada (√)