Análisis

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Hoy es otra de esas noches en las cuales subo a la terraza a observar el cielo como de costumbre, al estar allí no puedo evitar hacerme miles de preguntas. ¿cómo es que la gente va por la calle caminando tan tranquilamente sin prestar verdadera atención a lo que pasa a su alrededor?
Desde lo bueno hasta lo malo, cada detalle, es en eso en lo que yo pienso cada que camino por las calles.
Lo bueno es que resulta tan maravilloso el comportamiento de la naturaleza, los bellos paisajes que nos regala durante cada episodio del día, el aire fresco en nuestro rostro al caminar, el dulce olor de los árboles y las flores al caminar entre ellos, el diferente color de ríos y lagos, es un escenario verdaderamente asombroso, los animales que en cada lugar viven dan ese toque especial a todo, la naturaleza es fantástica.
Lo malo es que, a pesar de que algunas creaciones del ser humano pueden llegar a facinar a cualquiera (incluyéndome), hay otras que causan total decepción, al menos en mi. Es cierto que el ser humano hace todo para su propia comodidad, pero sólo le vemos el lado bueno a ello, las construcciones y productos que se realizan hoy en día tienen consecuencias graves para el planeta a largo plazo, no es novedad la gran cantidad de problemas que enfrenta nuestro planeta hoy en día, pero, ¿de qué manera hago que las personas tomen consciencia de ello?, es cierto que se requiere de todo lo que se ofrece a diario, pero hay maneras consideradas de consumirlas.
De acuerdo, es suficiente. Subo a la terraza con el objetivo de admirar el hermoso cielo, las hermosas constelaciones, y la extremadamente y complicada composición del cosmos, provocando cada vez más mi admiración, pero es imposible no pensar en los problemas de la Tierra, siempre es así, siempre de un tema divago a otro y a otro y de repente me encuentro pensando en porque no elegí otro color de vestido para mis 15 años.

8:45 a.m.

Genial, otro día en el que voy tarde, que novedad.

-¡Emm!, ¡¿a que hora piensas bajar?!-
¿porqué mamá siempre debe gritar tanto? Sólo es una hora de retraso, no es el fin del mundo.

-Si dejas de gritar un poco lo agradecería mucho, apenas estoy procesando que estoy viva.- Abrí la puerta de la habitación para que mi madre entrara y yo prosiguiera analizando que iba a hacer ese día

-Por Dios Emm, llevo 1 hora llamando a tu puerta con suaves golpes y los últimos 5 minutos tuve que acceder a gritar haber si así te dignabas a bajar de una vez.

-Muy bien, entiendo, una disculpa.

-¿a qué hora te quedaste dormida anoche?, ¿te has desvelado de nuevo cierto?

-Hay cosas que requieren respuestas.

-La escuela por ejemplo, estas últimas semanas siempre vas tarde pero nunca tanto como hoy, ¿que ha pasado?

-Tuve una noche muy larga supongo, simplemente no podía dormir e inevitablemente mi mente divago en otros asuntos. De hecho madre, hoy no quiero ir a la escuela.

-Llevas días llegando a la escuela pasando la hora de entrada, ¿y ahora quieres faltar?

-Sólo por hoy mamá, te lo ruego- Puse mi rostro entre mis manos y le mostré a madre una cara triste.

-Que mal lo haces, pero está bien, sólo por hoy, pero por favor Emm, necesito que no descuides la escuela, ya es el último curso.

-Lo sé, debes estar tranquila que no voy a reprobar ni nada por el estilo.

-De acuerdo -rodó los ojos- ahora debo irme, te veré por la noche, tú padre también llegará tarde hoy, mucho cuidado, adiós.

-Adiós mamá.

A mis padres siempre les había obsesionado el tema de la escuela, querían que fuera sobresaliente en todo y asegurara por mi misma mi futuro, claro que eso no tenía absolutamente nada de malo pero habían cosas en el pensar de ambos que no me agradaban.

Después de haber concluido con algunas cosas que planeé, decidí por fin tomar una decisión sobre la universidad a la que iría, pero antes bajaría a prepararme un sándwich.
Bajé las escaleras y después me detuve de golpe antes de entrar a la cocina, había un extraño dibujo en el piso de la sala, lo suficiente extraño cómo para llamar mi atención.
Me acerqué hacia el dibujo mientras me preguntaba quien lo pondría ahí, ni papá ni mamá harían esa clase de dibujos, me agaché para recogerlo y después instintivamente tire de mi hacia atrás, aquello fue muy raro, al intentar tomar aquel dibujo de algún borde mi mano se hundió en el como si se tratara de un pequeño pozo sin fondo justo en medio de mi sala.

Me quedé totalmente perpleja, no sabía que era aquello ni sabía con certeza cómo explicarlo, tomé algún objeto probablemente inservible y lo tiré hacia el dibujo, tal como esperaba se hundió en él, pero no de manera común, no se hundió a manera que después lo perdiera de vista, si no que parecía flotar en la superficie sin salirse de esta, quise palpar aquello por encima pero fue inútil, no pude hacerlo.

Me quedé un buen rato observando aquel extraño, ¿objeto?, no sé, no sé que clase de objeto sería o si en realidad era un objeto. Mi mente como habitualmente lo hace, mientras observaba aquella cosa se puso a divagar sobre todas las posibilidades de que podía ser, ni la más remota idea llegaba a mi cabeza. No sé con exactitud cuanto tiempo estuve allí pero el timbre de la casa me sacó precipitadamente de mis pensamientos, al percatarme que eran mis padres corrí por una especie de tapete para colocar encima de aquello que no era tan grande ni tan chico tampoco, quizá como medio metro de diámetro.
Coloqué el tapete hasta asegurarme que cubría aquella cosa en su totalidad y luego me dirigí a abrir la puerta principal.

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