Capítulo 5: Vuelta a la misión

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Al día siguiente Natsu se cambio y se marcho al gremio mientras aún terminaba de desperezarse, se sentía con fuerzas para afrontar el nuevo día, llego como de costumbre y vio que todavía no habían llegado Erza y Kagura.

  — Buenos días Natsu— dijo alegre como era costumbre la albina.

— Hola Mira, ¿has visto a Erza y Kagura?— pregunto mirado por todo el local.

— Aún no han llegado, seguramente estén desayunando en Fairy Hills— respondió mientras le sirve al joven algo de comer, ya le conocía de sobra.

— Muchas gracias Mira, tu siempre sabes lo que me apetece— esbozo esa sonrisa para luego comer de manera apresurada.

— Oye Natsu mastica despacio, haces mucho ruido— se quejo Gray mientras bebía.

Pero el joven no hizo caso y continuo comiendo hasta acabarse el plato entero, luego dio un suspiro mientras se tocaba su tripa que estaba llena. Entonces entraron las dos magas al gremio mientras saludaban a todos.

— Veo que ya estás aquí, hemos pasado por Blue Pegasus pero parece ser que ese artilugio es más complejo de lo que parece— Kagura no parecía muy satisfecha.

— Confiemos en Ichiya y su gremio— Erza trataba de tranquilizarla.

— One-chan, ¿porqué Ichiya te llama my honey?— pregunto algo roja.

A la maga le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo al recordarlo.

— Prefiero...no hablar de ello...— estaba realmente temblando.

— No hagas caso a ese mago, ¿qué hacemos hasta que sepamos algo?— pregunto Natsu en su silla aburrido.

— Ya se, ¿porqué no vas a enseñarle los alrededores Natsu?— pregunto Mira alegre.

— Bueno, mejor que quedarse aquí— se levanto de su asiento y empezó a caminar hasta la salida.

— Supongo que es mejor que nada— la chica suspiro y siguió al mago.

Erza se quedo mirando hasta que salieron por la puerta y luego se puso a pensar en algo.

— Ara ara Erza-san, ¿no estará celosa de Kagura-san?— pregunto cambiando su gesto.

— No digas tonterías— se puso a comer su postre favorito. 

Kagura y Natsu recorrieron toda la ciudad, mirando tiendas, puestos de comida donde el joven le compro a la maga un helado que parecía desear mucho esta nada mas verlo, también se probo ropa en alguna tienda aprovechando que estaban de rebajas para comprarse otro atuendo que no fuera igual a los que tenía. 

  — Creo que este me quedara bien, total esta muy rebajado— al probárselo vio que le quedaba muy ajustado y trataba de terminar de ponérselo.

— ¿Algún problema?— pregunto desde fuera el mago.

— No, ninguno— esta se encontraba nerviosa, aquella camiseta no le cabía, ¿tanto ha engordado?— pensaba mientras trataba de bajar hasta su cintura.

Natsu fuera estaba sentado esperando a que la maga saliera.

— No, esto no puede ser, ¿acaso volvieron a crecer?— un rubor se formo en su rostro.

Entonces no le quedo otra que renunciar y probarse otros aunque a todos les pasaba lo mismo, de pecho le quedaba apretado haciendo que no bajase mucho más de ahí. Se puso su ropa habitual y salieron de la tienda, Kagura parecía algo molesta.

— ¿No te gustaba lo que tenían?— pregunto el dragon slayer.

— No...no me terminaban de convencer— parecía molesta.

Cuando regresaron al gremio vieron a Erza en un rincón como muy escondida, no comprendían nada, entonces miraron al otro lado y vieron a Ichiya, estaba claro lo que pasaba.

— Hola Natsu, había notado un perfume fuerte y veo que eres tu y la joven dama— se acercó para olerla antes de recibir una patada en el rostro.

— Meeeeen— se estampo contra la pared.

— ¿Tenéis algo?— pregunto Natsu al resto.

— Si, parece que la máquina transforma poco a poco a las personas, utiliza una especie de éter que solo se encuentra en los demonios, es algo muy inusual, esta gente es peligrosa— el mago parecía muy serio cuando lo explico.

— Bien, ¿alguna pista de la siguiente pista?— Kagura se alejaba de Ichiya quien volvía a la carga.

— Por lo que parece en este plano de Fiore podemos ver donde quieren actuar, creo que esto solo son prototipos, deben estar realizando pruebas para una vez completado...usarla aquí— señalo justo la capital del reino y donde más niños había.

— Creemos que desprenden unas ondas que solo afecta a los niños, si eso llega a suceder...provocara el caso— todos sintieron un escalofrío, el asunto era mucho más serio de lo que pensaban.

—Ya veo, vamos Kagura...es hora de volver al trabajo— dijo mientras se crujía los nudillos y se dirigía a la salida.

— Voy— respondió alejándose lo más posible de Ichiya.

Y así ambos se dirigieron a la ubicación más cercana al mapa, una ciudad mucho mayor que los poblados, por lo que ha visto en el mapa, solo quedaba esa zona para experimentar antes de la capital, Kagura tomaba aire, no podía dejar que el nerviosismo le invadiera.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 6: Kagura en peligro. 

Sirena enamorada (Natsu x Kagura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora