Luces apagadas, la luz de la luna entraba por mi ventaba e iluminaba mis piernas, me recosté en su duro y musculoso pecho, sentí su marcado abdomen y el dormir se apodero de mi.
Me encontraba en un lugar frio y oscuro, la luna era de carton pero brillaba como la real, El viento frio, veloz rociaba mi rostro, el sonido de las hojas crujir con cada paso que daba solo me asustaba mas, despues de caminar un rato escuchando buhos y uno que otro grillo, divise en una gran montaña un castillo enorme, las paredes de piedra se distinguian con facilidad, por una razon senti que debia ir ahi. -hola- gire a la derecha y un chico salio de la oscuridad, usaba una playera color menta, shorts azules y una gorra noventera que se puede apreciar en uno que otro post de instagram -hola- respondi nervioso ¿necesitas compañia? Dijo con seguridad, dude un segundo en responder -eemmm claro- el chico extraño se situo junto ami y empezamos nuestro camino.
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¿como te llamas le pregunte -no lo se, tal vez tu puedas darme un nombre- y sonriò? No sabia como procesar eso pero sin meditar respondi - ¿que te parece Gabriel?- el chico sonrio y con una sonrisa me dijo -asi te llamas tu pero hey es tu descicion- se encogio de hombros y seguimos caminando. Caminamos un largo rato en silencio -ya casi estamos cerca- dijo gabriel con seriedad, no tenia que preguntarle a donde, sabia que ibamos al castillo, despues de otro rato largo caminando pasamos por lo que puede llamarse un pantano,mis pies por una razon no se mancharon,al dar el ultimo paso para salir del desastre mohoso alguien me jalo el pie, mire hacia abajo aterrado, una mano podrida y verdosa la cual tenia uno que otro pedazo de hueso visible me sostenia con fuer-
za, grité y gabriel tambien gritó, otra mano salio del pantano y tomo mi otro pie, me jalaron al punto de que el lodo llegaba a mi torso, gabriel sacó una caja de terciopelo, tomo algo parecido a una ostia bendita y lanzó la lanzó al pantano, las manos me soltaron, el pantano comenzo a secarse y el lodo bajaba mas y mas, mi ropa estaba intacta y en un instante estaba sobre un gran hoyo de tierra seco y tibio, gabriel me dio la mano, no sabia que preguntar pero tomé su ayuda,me sacudi algo de polvo y le di las gracias -llegaras a salvo lo prometo- dijo gabriel con un tono genuino y sobre todo acogedor, me senti protegido menos temeroso cuando dijo eso y seguimos caminando.
